Rusia fue la última de las repúblicas de la antigua URSS en contar con instituciones políticas propias. Los límites de su territorio se fijaron al principio del periodo soviético, pero no contó con las instituciones políticas, administrativas y culturales autónomas que existían en las demás repúblicas. Sólo en los últimos años de supervivencia de la URSS se establecieron algunas instituciones como el Soviet Supremo, el Partido Comunista y el KGB (Komitet Gosudarstvennoy Bezopasnosti, o Comité para la Seguridad del Estado). Aun con estas instituciones ya en pie, el poder real continuaba siendo ejercido por las autoridades centrales del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), hasta la disolución de la URSS. Además, las relaciones de poder entre las instituciones gubernamentales no estuvieron claramente definidas durante el periodo soviético, y tras la independencia, la falta de una autoridad reconocida agravó la lucha por el poder entre los reformistas y los conservadores.
Tras prolongados enfrentamientos, el presidente Borís Yeltsin, apoyado por las fuerzas reformistas del ejecutivo, solicitó la redacción de una nueva Constitución, aprobada en referéndum popular en diciembre de 1993 a pesar de la oposición de grupos conservadores.
El Tribunal Constitucional es el órgano judicial de mayor autoridad; en ocasiones cumple un papel de mediador entre el ejecutivo y el legislativo, aunque ha tomado también decisiones en contra de las posturas del presidente Yeltsin, quien a pesar de las derrotas políticas sufridas durante los primeros dieciocho meses de independencia rusa, consiguió una sonada victoria en el referéndum celebrado el 25 de abril de 1993 que le permitió llevar adelante las reformas económicas. Optimista tras este resultado, Yeltsin decidió celebrar elecciones a mediados de 1993 para formar una asamblea constituyente que sustituyera la Constitución soviética de 1978. Aprobada en diciembre, la Constitución eliminaba la figura del vicepresidente y establecía un cuerpo legislativo bicameral, dando al presidente el poder de disolver la Duma (o cámara baja) en determinadas circunstancias. Con la aprobación de esta nueva Constitución, el primer ministro pasaba a ser segundo en funciones, para asumir las obligaciones de la presidencia en caso de que se produjera la muerte o discapacitación del titular para el ejercicio de su cargo.
1 PODER EJECUTIVO
El poder ejecutivo está encabezado por el presidente, quien, por la Constitución de 1993, asumió numerosos poderes, actuando como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y presidente del Consejo de Seguridad, organismo encargado de la toma de decisiones relativas a temas de defensa. Junto con el ministro de Defensa, el presidente tiene el control de los códigos para el lanzamiento de armamento nuclear, además de contar con el poder de nombrar al primer ministro, pero siempre sujeto a la ratificación por parte de la Duma; si ésta rechaza la candidatura, el presidente tiene la posibilidad de disolver la cámara legislativa y convocar nuevas elecciones.
2 PODER LEGISLATIVO
Con la Constitución de 1993, el cuerpo legislativo nacional, esto es, la Asamblea Federal, quedó formada por un cuerpo bicameral: la Duma Estatal y el Consejo de la Federación. Los 450 miembros de la Duma Estatal son elegidos por sufragio universal, mientras que el Consejo está compuesto por dos representantes de cada una de las 88 divisiones administrativas que configuran la Federación Rusa. La cámara legislativa confirma el nombramiento, realizado por el presidente, de los primeros ministros. Los legisladores elegidos en diciembre de 1993 ocupan el cargo sólo durante un periodo de dos años. A comienzos de 1996, y según promulgaba la Constitución, este periodo se amplió hasta un plazo de cuatro años.
3 PODER JUDICIAL
El órgano judicial de mayor autoridad es el Tribunal Constitucional, formado por trece miembros y creado por el Congreso de Diputados (la mayor autoridad legislativa según la Constitución de 1978) en octubre de 1991; Yeltsin suspendió sus actividades tras los sangrientos acontecimientos de 1993. Posteriormente fue modificado por la Duma recién creada en abril de 1994; las nuevas leyes establecen que sus miembros dejaban de tener carácter vitalicio y son elegidos por periodos de doce años. Las funciones del Tribunal se limitan al control de la constitucionalidad de las actividades legislativas y ejecutivas, y sus miembros deben actuar de forma no partidista.
4 DIVISIONES ADMINISTRATIVAS
Rusia está dividida en 88 unidades administrativas: 20 repúblicas federadas (excluyendo Chechenia), 6 krajs (territorios), 10 okrugs (circunscripciones autónomas o distritos nacionales), 49 oblasts (regiones administrativas), 1 región autónoma, y las ciudades de Moscú y San Petersburgo, que poseen rango federal. Estas divisiones políticas varían en magnitud: oscilan desde la república de Yakutia, con una superficie total de más de 3,1 millones de km2, hasta la república de Adiguesia, que tiene una superficie de 7.600 km2. Las repúblicas, regiones y circunscripciones nacionales autónomas están étnicamente constituidas sobre la base de las unidades políticas creadas al comienzo de la URSS, con la sola excepción de las repúblicas de Chechenia e Ingushia (o Ingushetia), que estuvieron dentro de una única entidad durante el periodo soviético. No obstante, la federación ha cambiado de una forma considerable. Durante la mayor parte de la II Guerra Mundial (1939-1945), Rusia comprendía 16 repúblicas autónomas, 5 oblast autónomos y 10 okrugs también autónomos. A finales de 1990, el término autónomo fue cambiado por el nombre de república y así, el 3 de julio de 1991 cuatro de los cinco oblast autónomos pasaron a ser repúblicas; el oblast autónomo judío, situado a orillas del río Amur, en la región más oriental, fue el único que no obtuvo el rango de república.
Aunque estas entidades administrativas están constituidas por grupos étnicos no rusos, estos últimos suponen una considerable proporción de la población de cada república: son la mayoría en nueve de éstas, mientras que los no rusos forman una clara mayoría en sólo cinco.
Tras la disolución de la URSS, las repúblicas étnicas consiguieron una mayor autonomía dentro de Rusia. En marzo de 1992 se firmó un acuerdo de cooperación entre el gobierno federal y las repúblicas, por el que se señalaban los derechos y responsabilidades de ambos niveles de gobierno. Sólo dos repúblicas no firmaron el acuerdo; la república de Tatarstán y la república de Chechenia, que reivindicaron una total independencia de Rusia. Sin embargo, la aprobación de la nueva Constitución de 1993 invalidaba dicho acuerdo, aunque se reconocían a las repúblicas derechos como la posibilidad de adoptar su propia Constitución, himno y bandera. Las 20 repúblicas de la Federación son: Carelia, Komi, Mordovia, Chuvashia, Mari, Tartaria (o Tatarstán), Udmurtia, Bashkortostán, Calmuquia, Kabardina-Balkaria, Alania, Ingushetia, Daguestán, Tuva, Buriatia, Yakutia-Saja, Adiguesia, Karachái-Cherkesia, Altái y Jacasia. La Federación Rusa reconoció oficialmente a la República de Chechenia (o Ichkeria, como la llaman los propios chechenos) en mayo de 1997, con la firma del tratado de paz que ponía fin a la guerra entre ambos países.
5 PARTIDOS POLÍTICOS
A finales de la década de 1980 la escena política sufrió un cambio radical, pasando de ser un Estado totalitario bajo un régimen de partido único a conformar un sistema democrático con numerosos grupos políticos fraccionados. El Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) ha sido reemplazado por cientos de grupos, facciones, movimientos y partidos que forman un espectro político que se extiende desde los monárquicos hasta los comunistas. Los partidos pueden estar formados por unos pocos miembros, hasta llegar a contar con más de medio millón de afiliados. La vida de algunos de los grupos políticos más pequeños, como es el caso de las facciones de cooperación parlamentaria, y de los diputados sin afiliación —que ya han desaparecido— es extremadamente corta. Las alianzas entre los grandes grupos son igualmente inestables, con lo que la escena política se caracteriza por frecuentes y débiles coaliciones. Muchos grupos surgen alrededor de algunas personalidades destacadas, lo que hace que estas formaciones políticas carezcan de una adecuada organización.
Los grupos políticos pueden dividirse en tres categorías generales: demócratas, nacionalistas-comunistas y centristas. El movimiento demócrata creció rápidamente durante los últimos años de la antigua URSS, cuando el término democrático fue utilizado como sinónimo de anticomunista. Con la desmembración de la URSS, los demócratas quedaron desorientados políticamente y perdieron gran parte de sus seguidores, aunque todavía hoy siguen siendo muy influyentes.
Los demócratas mantienen su lucha por conseguir una Rusia más moderna según criterios occidentales, con un régimen democrático dentro de un sistema capitalista; generalmente apoyan la política de Yeltsin. Los principales grupos demócratas son la Opción Democrática de Rusia y Yabloko. El movimiento nacional-comunista es una amalgama de comunistas y nacionalistas que tratan de salvaguardar el rango militar y económico del país, y cuenta con el partido que tiene mayor número de afiliados (unos 600.000 miembros), el Partido Comunista de Rusia (PCR), aunque no es el partido con mayor influencia política. Heredero directo del antiguo PCUS, este partido fue deslegitimado por el presidente Yeltsin en 1991, pero el Tribunal Constitucional levantó la prohibición en noviembre de 1992. El Frente de Salvación Nacional es otro de los grupos nacionalistas vetados por Yeltsin que también retomó su categoría legal a través del Tribunal Constitucional. El Partido Democrático Liberal, encabezado por el populista y nacionalista Vladímir Zhirinovsky, es otro de los grupos importantes de la tendencia derechista. El tercer bloque dentro de las tendencias políticas lo constituye el movimiento centrista, que engloba algunas organizaciones democráticas, como el Partido Democrático de Rusia, que se separó del Movimiento Democrático de Rusia tras una disputa por la disolución de la URSS. Este partido está formado principalmente por directivos del sector industrial y burócratas que se oponen a las reformas radicales y abogan por un papel gubernamental más decisivo dentro de la economía del país.
6 DEFENSA
La estructura de las Fuerzas Armadas en Rusia ha cambiado de forma radical tras la disolución de la URSS; en 1991, las Fuerzas Armadas pasaron a estar bajo el control de la comandancia militar de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que dispone de la mayor parte del arsenal militar soviético. No obstante, en mayo de 1992, Rusia creó su propia estructura militar en respuesta a la formación de ejércitos independientes por parte de algunos de los países integrantes de la CEI, en especial de Ucrania. La estructura militar de la CEI continuó funcionando un año más, aunque su poder disminuyó considerablemente. Finalmente quedó abolida en junio de 1993 y la mayor parte de sus funciones fueron transferidas a la comandancia militar rusa. Hoy, el país cuenta con unas Fuerzas Armadas integradas por 1.212.700 hombres repartidos entre Marina, Ejército de Tierra y Fuerzas Aéreas, quienes a partir de los 18 años tienen la obligación de servir durante año y medio en el Ejército de Tierra o durante dos años si se trata de la Marina o las Fuerzas Aéreas.
La política de defensa es formulada por el Consejo de Seguridad, y en mayo de 1992, se estableció un cuerpo ejecutivo. El Consejo de Seguridad está formado por un presidente, un secretario y otros tres miembros permanentes y no permanentes nombrados por el presidente del Estado, que actúa también como máximo dirigente del Consejo. Las cuestiones se deciden por mayoría simple; los miembros permanentes tienen un voto, mientras que los no permanentes tienen voz pero no votan. El presidente emite las decisiones del Consejo en forma de decreto.
El estado de disponibilidad de las Fuerzas Armadas ha descendido de forma notable a partir de la independencia. El establecimiento de un adecuado sistema defensivo está obstaculizado por numerosos problemas, como un reclutamiento deficitario, instalaciones inadecuadas, la antigüedad del armamento y la falta de moral. Pero a pesar de estos problemas, la fuerza militar rusa ha estado comprometida con varias misiones de paz en Moldavia, Georgia y Tayikistán. Casi todas estas acciones militares se desarrollaron en las antiguas repúblicas soviéticas a excepción de los ataques aéreos contra los rebeldes tayikos, en Afganistán. En diciembre de 1994, el Ejército ruso intervino en Chechenia para intentar poner fin a su autoproclamada independencia, provocando un conflicto interno que aún está sin cerrarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ESTAMOS A TU DISPOSICIÓN