Capital: Bagdad
Idiomas principales: árabe y
kurdo
Religión: Islam
Expectativa de vida: 59 años,
hombres; 62 años, mujeres (ONU)
Unidad monetaria: dinar
Principales exportaciones:
Petróleo
Irak ocupa hoy gran parte de
la antigua Mesopotamia, una de las cunas de la civilización. En la Edad Media
Bagdad era el centro del Imperio Islámico, extendido desde Marruecos hasta el
subcontinente indio.
Gran Bretaña controló la
Mesopotamia tras la primera guerra mundial y, pese a la rebelión de 1920,
recién la cedió en 1932 cuando Irak obtuvo su independencia. El rey Faisal II y
su familia fueron asesinados en un golpe registrado en 1958 e Irak se
transformó en una agitada república.
La sucesión de gobiernos de
poder limitado finalizó con la llegada de Saddam Hussein al poder en 1979
INTRODUCCIÓN
MESOPOTAMIA, CUNA DE CIVILIZACIONES. INTRODUCCIÓN A LA
HISTORIA ANTIGUA
Cuando hablamos de la República de Irak estemos haciendo
referencia a un concepto relativamente nuevo. Este territorio, situado en las
riberas de los ríos Tigris y Éufrates (equivalente a la antigua Mesopotamia.
Universidad de Zaragoza) tiene una larga historia política y ha estado poblada
por diferentes pueblos.
No es por casualidad que recibe el nombre de "cuna de
civilizaciones". El pueblo más antiguo conocido que vivió en este
territorio fueron los sumerios (Washington State University), entre el 2900 y
el 1800 años aC. Los sumerios fueron el primero de los cuatro pueblos de la
tierra que inventaron de forma independiente la escritura. Produjeron leyes
(Código sumerio), literatura, poesía, un sistema matemático basado en el número
60, y documentaron la situación de las estrellas y las constelaciones, así como
los movimientos del sol, la luna y los planetas. Hacia el 1800 aC el control de
este territorio pasó a manos de los babilonios y de los asirios (las dos
grandes civilizaciones mesopotámicas). Fruto del primer período babilonio
(Babilonia Antigua 1800-1530 A.C., Washington State University), bajo el
reinado del rey Hamurabi apareció el Código Hamurabi, considerado el texto
legal comprensible más antiguo que se conoce. Este Código introdujo conceptos
que fueron adoptados después por otras civilizaciones. Conceptos como la protección
legal de las clases más bajas, la autoridad del Estado para hacer cumplir la
ley o la necesidad de garantizar la justicia social. Actualmente hay una copia
de este Código, encontrado en Irak por arqueólogos franceses en el año 1901, en
el Museo del Louvre de París.
Durante el reinado de Hamurabi, babilonios y asirios
vivieron en relativa armonía, a pesar de que los asirios siempre tuvieron la
voluntad de crear un imperio propio. No fue hasta la muerte del rey que
empezaron a cambiar las cosas. Después de un periodo conflictivo los asirios
pasaron a gobernar el territorio desde la ciudad de Nineveh (actual Mosúl). Los
asirios (1170-612 A.C., Washington State University) dividieron el círculo en
360 grados y inventaron la longitud y la latitud para la navegación geográfica.
También desarrollaron mucho la ciencia médica y su
influencia llegó hasta los griegos. Después del periodo asirio, hacia el año
612 A.C., un nuevo rey babilonio rehizo la ciudad de Babilonia (al suroeste de
le actual Bagdad). La dinastía que reinó fue la conocida como el "Imperio
neobabilonio" (612-539 aC, Washington State University) fue la de los
reyes Napopolasar y su hijo Nabucodonosor II . Fruto de este período la ciudad
de Babilonia llegó a ser una de las ciudades más majestuosas de la época, en la
que se construyeron los famosos "Jardines Colgantes" (considerados
una de las siete maravillas del mundo antiguo y se cree que situados a unos 50
km al sur de la ciudad de Bagdad).
Diversos invasores conquistaron el territorio después de
la muerte de Nabucodonosor, hasta que en el siglo II A.C. pasó a formar parte
del Imperio persa. La presencia persa en el actual Irak durará hasta la
conquista árabe en el siglo VII dC. La presencia de los árabes comportó la
introducción del islam en el territorio. En el tiempo de la conquista árabe
muchas de las tribus de Irak eran cristianas. Muchas de estas poblaciones
decidieron pagar la jizya, una especie de impuesto que pagaban aquellos no
musulmanes que quisieran vivir en un territorio dominado por el islam. La
presencia árabe en Irak empieza en el año 637 dC, pero se conforma de forma
definitiva en el año 749 dC, cuando Bagdad se convirtió en la capital del
califato islámico. En el año 1534 el territorio fue conquistado por el Imperio
otomano, dominación que durará hasta principios del s. XX. Para tener una
descripción más detallada de este largo periodo consultar "la historia de
Iraq" (Saleh Iraq Home Page).
HISTORIA MODERNA D IRAK. EL IMPERIO OTOMANO, LA 1ª GUERRA
MUNDIAL Y EL MANDATO BRITÁNICO
La historia moderna de Irak se inicia más o menos en la
última fase de la dominación del Imperio otomano, durante el s. XIX. El
precedente más cercano del Irak moderno es quizá la región dominada por los
mamelucos georgianos (1749-1831), dentro del Imperio otomano (Nazih N. Ayubi.
Política y sociedad en Oriente Próximo. La hipertrofia del estado árabe). Al
final del s. XIX, Gran Bretaña y Alemania eran rivales en el desarrollo
comercial de Mesopotamia. Los británicos estaban interesados en Irak porque era
una ruta terrestre directa a la India. Los alemanes, por su lado, estaban
interesados en la construcción de un ferrocarril desde Berlín hasta Bagdad y,
de hecho, a pesar de la oposición británica, obtuvieron la concesión. Por su
parte, los británicos se dedicaron a establecer acuerdos de protección con los
jefes árabes locales, lo que en 1901 les permitió obtener la concesión para
explotar los campos de petróleo de Irán. En 1909, se funda la Anglo-Persian Oil
Company, que más tarde pasaría a llamarse Anglo-Iranian Oil Company).
Durante la 1ª Guerra Mundial, el Imperio otomano se alineó
con sus aliados alemanes. En 1917, los británicos invadieron Mesopotamia y
ocuparon Bagdad. Después de la guerra, el país pasó a estar bajo mandato
británico (1920). El interés de los británicos por esta zona era doble, por un
lado, la explotación del petróleo y, por otro, la construcción de una línea de
ferrocarril desde Europa, pasando por Turquía, al Golfo Pérsico. Esta línea
permitiría el comercio directo con la India sin tener que rodear toda África.
En 1921 los británicos impusieron una monarquía hachemita, y definieron las
fronteras territoriales de Irak con correspondencia con las fronteras naturales
y teniendo en cuenta algunas tribus y asentamientos. También dirigieron la
redacción de la Constitución y la elección de la estructura del parlamento.
Irak adquirió la forma de un reino, y como rey los británicos impusieron la
figura del emir Faisal Ibn Hussain (Faisal I) expulsado de Siria por los
franceses y que era tío del actual rey Abdallah de Jordania (ambos miembros de
la familia hachemita). Gran Bretaña aspiraba a crear un país oficialmente
autónomo, pero políticamente afiliado a sus intereses. Éste extremo quedó
plasmado en el tratado que firmaron los dos países en 1922. La formación del
Estado (instituciones) se produjo de forma bastante rápida a causa de dos
factores.
Por un lado, la existencia de una elite suní (administrativa y
militar), mayoritariamente urbana, que se incorporó rápidamente a las nuevas
instituciones. Y, por otro, por el refuerzo de la capacidad productiva de
petróleo, facilitada por las innovaciones técnicas y organizativas de los
británicos. En 1929, se crea la Irak Petroleom Company (IPC), que según el
acuerdo angloiraquí de 1930 (que ponía fin al mandato británico) obtenía la
autorización para la explotación de la mayoría del subsuelo del país (en 1938
esta autorización se extendió a todo el subsuelo). A pesar de los acuerdos y
las innovaciones, no fue fácil para los gobernantes iraquíes dar cohesión y
sentimiento nacional a un país diverso en paisajes (alpino y mediterráneo al
este, desértico al oeste y la gran llanura fértil encajonada entre los ríos
Tigris y Éufrates en el centro), grupos humanos (20 % de kurdos no árabes,
asirios) y creencias religiosas (la mayoría de la población musulmana era
chiíta, los sunís eran una minoría), y sometidos, desde muy pronto, a las
presiones y a la injerencia extranjera, codiciosa de sus inmensas reservas
petrolíferas (Antoni Segura i Mas, El Món àrab actual). Durante toda esta
época, los gobernantes iraquíes (la monarquía hachemí) mantuvieron un precario
equilibrio entre sus aliados británicos y las cada vez más numerosas fuerzas
anticoloniales. Entre 1920 y 1930, diversas regiones pidieron la secesión, y
diversas tribus se rebelaron contra las transformaciones en las formas de
producción. En 1930, Nouri As-Said (antiguo compañero de Lawrence d’Aràbia),
fue nombrado primer ministro de Irak, gracias al apoyo británico.
DE LA INDEPENDENCIA A LA REPÚBLICA (1932-1958)
En 1932 finalizó el mandato británico y Irak accedió a la
independencia de la mano de Londres. Ello provocó que, a pesar de la
independencia, los británicos mantuvieran un fuerte tutela sobre el país: bases
militares, libertad de tránsito para sus tropas y capacidad para influir en las
decisiones de una monarquía que ellos mismos habían instaurado unos años antes
(1921). Un hecho que muestra de forma clara la tutela británica, después de la
independencia, es que Nouri As-Said (un firme representante de los intereses
británicos) continuó siendo el primer ministro hasta la revolución del 1958.
Entre 1932 y 1958 se sucedieron diversas insurrecciones,
golpes de estado y rebeliones de minorías (los kurdos, en agitación permanente,
los asirios, los chiítas), todas ellas sofocadas por el ejército, que cada vez
tendrá mayor protagonismo. A pesar de la represión, el gobierno no pudo evitar
el crecimiento del descontento popular, que cada vez iba a más de la mano de
las organizaciones nacionalistas y de izquierdas (baasistas, comunistas,
nasseristas). Durante estos años una serie de acontecimientos hicieron crecer
entre la población un sentimiento de oposición a la continuidad de la monarquía
y a la alianza con occidente. El primero de estos acontecimientos fue la
renovación del acuerdo de los británicos con la Irak Petroleom Company (IPC) en
1952. Un año después, en 1953, el rey Faisal II, después de cumplir los
dieciocho años, decide continuar con la opción de occidente (especialmente de
los EUA), y en 1954, Nouri As-Said, prohibe todos los partidos políticos.
Finalmente, la entrada de Irak en el Pacto de Bagdad (1955) acabó de encender
el país.
PACTO DE BAGDAD
El Pacto de Bagdad fue firmado en febrero de 1955 con el
patrocinio de los EUA, establecía una alianza militar entre Irak y Turquía a la
que, más tarde, se unirían la Gran Bretaña, Pakistán e Irán. De esta manera, la
región de Oriente Medio entraba de lleno en la guerra fría: por un lado,
Turquía, Irán e Iraq, y, por otro, sobretodo desde la constitución de la RAU
(República Árabe Unida) en 1958, Egipto y Siria.
EL GOLPE DE ESTADO DEL 14 DE JULIO DE 1958
El 14 de julio de 1958, un golpe de estado llevado a cabo
por oficiales nacionalistas y de izquierdas, que contaban con un amplio apoyo
popular (Antoni Segura i Mas, El Món àrab actual), puso fin a la monarquía e
instauró la república, ejecutando al rey Faisal II, al príncipe y Nouri
As-Said. El golpe de estado estuvo liderado por dos bloques, uno nacionalista y
otro de izquierdas. El bloque nacionalista estaba conformado por el Baas y por
el apoyo de los musulmanes sunís. El bloque de izquierdas estaba impulsado por
los comunistas (con apoyo de los chiítas) y por importantes minorías nacionales
como los kurdos.
DEL GOLPE DE ESTADO REPUBLICANO A LA REVOLUCIÓN
(1958-1968)
El hombre fuerte de la nueva etapa fue el general Kassem.
Kassem concentró en su persona los cargos clave del poder y pasó a dirigir el
país como primer ministro, ministro de Defensa y jefe de las fuerzas armadas.
Al mismo tiempo, los militares pasaron a controlar el gobierno (diez de los
catorce miembros del gobierno eran militares). En esta nueva etapa la nueva
cúpula militar del país se vio obligada a mantener un difícil equilibrio entre
los dos bloques impulsores del golpe. La nueva constitución provisional fue un
claro ejemplo de esta circunstancia. Por un lado, reconocía a Irak como una
nación en la que se reconocía la asociación entre árabes y kurdos en igualdad
de condiciones (en atención al bloque de izquierdas); y, por otro, proclamaba
su adscripción a la nación árabe (en atención a las tendencias baasistas). Se
liberaron los presos políticos y se autorizó («toleró») la actuación de los
partidos políticos.
En esta misma linea, el General Kassem favoreció la
consolidación del "Frente Nacional Unificado", que agrupaba
comunistas, chiítas y kurdos. El Frente se convirtió en el principal adversario
de las posiciones baasistes, representadas en el poder en la figura de
Abdel-Salem Aref, viceprimer ministro, ministro del interior y segundo general
en jefe de las fuerzas armadas. Esta situación provocó un fuerte aumento de la
tensión entre las dos tendencias y un progresivo desplazamiento del poder de
los baasistas. Volvieron los intentos de golpe de estado y las rebeliones
(Mosúl y Kirkuk). A finales de 1958, el coronel Aref había perdido todo sus
cargos políticos y estaba encarcelado y condenado a muerte. En enero de 1960 se
aprobó una ley que instauraba el pluripartidismo, pero con tantas restricciones
que prácticamente dejaba fuera de la actividad pública al Baas y a grupos
nacionalistas y religiosos como Istigal y los Hermanos Musulmanes. Todo ello
llevó a que poco a poco el régimen se convirtiera en una dictadura personal,
que incluso los comunistas acabaron abandonando.
A partir de esos momentos, el régimen del General Kassem
empezó un proceso de aislamiento. La reivindicación de Kuwait, cuando éste
accedió a la independencia (1961), que según Kassem formaba parte de la antigua
provincia otomana de Bássora, las difíciles relaciones que el régimen mantenía
con la URSS y, sobre todo, la gran revuelta kurda que empezó en 1961 acabó por
profundizar este aislamiento. Parecía que a esas alturas el régimen del General
Kassem tenía los días contados. Finalmente, en febrero de 1963 triunfó un nuevo
golpe de estado de orientación baasista. El coronel Abdel-Salem Aref fue
nombrado presidente provisional de la República, y Kassem juzgado y ejecutado.
A partir de este momento los hermanos Aref (cuando Abdel Salem murió en un
accidente de avión, en abril de 1966, fue substituido por su hermano
Abdel-Rahman) inaugurarán un corto mandato que durará hasta el golpe de estado
de julio de 1968 (llamado "la Revoluciónde 1968" por las actuales
autoridades iraquíes).
El mandato de los hermanos Aref se caracterizó por una
profundización del enfrentamiento entre los partidarios de revitalizar la RAU,
es decir, la unión con Egipto (nasseristas o unionistas), y los baasistas, que
propugnaban la unión con Siria. Este enfrentamiento se decantó finalmente hacia
los unionistas. Los baasistas fueron apartados poco a poco del poder, e incluso
llegaron a ser expulsados del país, la cual cosa provocó un grave
enfrentamiento entre Bagdad y Damasco. Fruto del acercamiento del poder a
posiciones nasseristas, los hermanos Aref impulsaron la nacionalización de la
banca y de las industrias, y fusionaron todas las organizaciones políticas en
un sólo partido, la Unión Socialista Árabe. Así, Irak inició un proceso de
acercamiento a Egipto, pero nunca renunció a su independencia. Esto no va gustó
a los unionistas que consideraban este acercamiento insuficiente. El descontento
de los unionistas los enfrentó con Abdel-Salem Aref, que después de un intento
de complot contra él en 1965, persiguió y arrestó a los principales líderes
unionistas. Eliminados los baasistas y los unionistas, el régimen derivó, una
vez más, en una dictadura personalista. Al mismo tiempo, apareció una nueva
revuelta kurda en el norte, lo que provocó aún más inestabilidad a un régimen
que no tardaría demasiado en ser derrocado per un nuevo golpe de estado.
LA DICOTOMÍA SUNÍS-CHIÍTAS EN IRAK
La dicotomía entre sunís y chiítas era, en un principio,
básicamente geográfica (sunís en el centro y norte, y chiítas e el sur), aunque
también es cierto que eran los sunís los que tradicionalmente habían ocupado
los cargos civiles y militares. Es durante el periodo de entreguerras cuando
esta dicotomía empezó a afectar a las divisiones de clase. Los terratenientes
más influyentes de la provincia de Bássora eran sunís, mientras que los chiítas
eran los que cultivaban sus tierras. Los sunís contaban con una numerosa representación
entre los terratenientes de toda el resto de áreas del sur, exceptuando las
ciudades sagradas chiítas de Najaf y Karbala. También en Bagdad, donde
numéricamente estaban igualados, las familias dominantes eran sunís.
En lo referente al ejército iraquí, en 1930 los oficiales
eran sunís, pero la tropa era mayoritariamente chiíta. Tradicionalmente, el sur
chiíta había estado vinculado culturalmente y económicamente a Irán, mientras
que el norte suní lo había estado a Turquía y Siria. La tradicional supremacía
de los sunís sobre los chiítas continuó en el Irak independiente, tanto
monárquico como republicano. La falta de derechos políticos hizo que los
chiítas se identificaran normalmente con la oposición, mientras que los sunís
en el poder lo hicieron con el nacionalismo árabe. Es por ello que los chiítas
adoptaron ideologías políticas más modernas y simpatizaron con la izquierda,
particularmente con el partido Comunista.
A pesar de estas constataciones, tanto los chiítas como
los sunís nunca han constituido bloques homogéneos. En algunos momentos, el
movimiento baasista y el nasserista atrajeron a sus filas a muchos chiítas, de
la misma forma que muchos árabes sunís ocuparon cargos dirigentes del partido
Comunista.
Uno de los acontecimientos que más adelante comportaron
una mayor politización de los chiítas fue la revolución iraní. Los chiítas
iraquíes nunca han optado por una solución únicamente chiíta, de hecho los
partidos políticos exclusivamente chiítas siempre han sido débiles (el partido
Nahda a lo largo de los años 20, y el partido Daawa en la década de los 80).
Aunque la prueba de fuego para estas dos comunidades
llegaría más tarde con la guerra Irán-Irak (1980-1988). Cuando un ejército
iraquí, compuesto mayoritariamente por soldados chiítas, se enfrentó a un país
gobernado por dirigentes de la misma tendencia. A pesar del temor a una
división interna parece que el sentimiento de unidad iraquí superó la prueba.
La inestabilidad volvió precisamente en la década de los 90, y como
consecuencia de la crisis del Golfo (primera parte) de 1990-1991. La
destrucción de la infraestructura y la imposición del embargo y las zonas de
seguridad (exclusión aérea), pudo volver a reactivar un sentimiento de
etnicidad y la división sunís-chiitas del país (Nazih N. Ayubi. Política y
sociedad en Oriente Próximo. La hipertrofia del estado árabe). Algunos de los
hechos ocurridos a finales de los 90 y principios de la primera década de los
2000 (incluido los atentados del 11 de septiembre y sus posibles consecuencias)
podrían dejar entrever esta posibilidad. Los intereses norteamericanos y
británicos podrían explotar esa dicotomía en la desestabilización del actual
régimen iraquí.
BAGDAD. Un día como hoy de 2003 EEUU lanzó la invasión de Irak. Tras una guerra relámpago comenzó una posguerra sangrienta de la que los iraquíes aún no se han recuperado. Las diferencias internas entre las dos principales sectas y el independentismo kurdo mantienen al país al borde de la ruptura.
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