viernes, 20 de marzo de 2009

El principio de los tiempos y el surgimiento del hombre

Para eludir este quebradero de cabeza ¿podaríamos definir el Big Bang como el comienzo del espacio y el tiempo?

Definámoslo, mejor, como el momento en que esas nociones empiezan a ser utilizables. El Big Ben, en realidad, es nuestro horizonte en el tiempo y en el espacio. Lo consideramos el instante cero de nuestra historia por comodidad, porque no tenemos otro recurso. Estamos como exploradores ante un océano: no vemos si hay algo más allá del horizonte.

Si comprendo bien, el Big Bang, de hecho, es un modo de señalar el límite de nuestros conocimientos y no verdaderamente el límite del mundo.

Exactamente. Pero atención: tampoco concluyamos que el universo no tiene origen. Vuelvo a repetirlo: no sabemos nada. Convengamos, para simplificar, que nuestra aventura comienza hace quince mil millones de años en el caos infinito e informe que lentamente se va a estructurar. Es, en cualquier caso, el comienzo de la historia del mundo como la ciencia puede reconstruirla hoy en día.

A los especialistas les puede bastar una abstracción para figurarse el Big Bang. Pero los demás necesitan de una metáfora. Se lo suele describir como una bola concentrada de materia que estalla en un gran resplandor de luz que llena el espacio...

Una comparación no es una razón. Esa representación supone la existencia de dos espacios, uno lleno de materia y de luz que va invadiendo progresivamente a un segundo espacio vació y frío. En el modelo del Big Bang solo hay un espacio, uniforme lleno de luz y de materia, que se expande por todas partes: todos sus puntos se alejan de manera uniforme dos unos de los otros.

Difícil de imaginar. ¿Qué representación visual se puede entonces tener del Big Bang?

En rigor, se puede mantener la imagen de la explosión si se acepta que se producía en cada punto de un espacio inmenso y quizá, pero no con seguridad, infinito. Difícil de imaginar sin duda, ¿pero hay de qué asombrarse? Cuando abordamos tales escalas, nuestras facultades se topan con terrenos no habituales y nuestras representaciones resultan un tanto inadecuadas.

;.Y …¿Dios?


Sea infinito o no, esa imagen equivale bastante a la creación del mundo que propone la Biblia: "Y la luz se hizo"...

Esta similitud perjudicó mucho tiempo la credibilidad de la teoría del Big Bang cuando se la propuso a principios de los años treinta. Especialmente después de la declaraciones del papa Pío XII: la ciencia ha reencontrado el "Fiat lux". La actitud de los comunistas de Moscú fue también muy reveladora en esa época. Después de rechazar totalmente esas "gansadas papales", advirtieron que esta teoría podía confirmar el dogma comunista del materialismo histórico "¡Lenin lo había dicho!"... Sin embargo, a pesar de las tentativas de cooptación religiosa y política, el Big Bang terminó por imponerse. No han cesado de acumularse pruebas a su favor en el curso de los decenios y casi la totalidad de los astrofísicos reconocen que esta teoría es el mejor escenario de la historia del cosmos. Con excepción de Fred Hoyle, astrofísico inglés, ardiente defensor de un universo estático: él, por burlarse, lo llamo “Big Bang”. El hombre ha quedado….

Pero no es escandaloso que la ciencia se encuentre, en su camino, con la religión.

Siempre que no se confundan. La ciencia intenta comprender el mundo; las religiones (y las filosofías), por lo general, se atribuyen la misión de dar un sentido a la vida. Se pueden aclarar

Mutuamente, a condición de que cada una se mantenga en su territorio propio. Hubo conflicto cada vez que la iglesia impone su explicación del mundo. Recordemos s Galileo, que decía a sus adversarios que eran teólogos: "Decidnos cómo se va al cielo, y dejad que os digamos cómo 'marcha' el cielo". Y recordemos la oposición de los eclesiásticos a las teorías darwinianas. La ciencia se interesa en los hechos visibles, perceptibles. No permite interpretar lo que hay "más allá" de lo visible. Contrariamente a una opinión muy confundida, no elimina a Dios. Pero no puede probar su existencia ni su inexistencia. Ese discurso le es extraño.

Pero sucede que no sólo la religión cristiana, sino también numerosas mitologías explican la creación del mundo mediante una explosión de luz. ¿No resulta por lo menos perturbador?

La imagen de un caos inicial que se metamorfosea progresivamente en universo organizado está, en efecto, en varios relatos tradicionales. Es común a numerosas creencias: se la encuentra en egipcios, indios de América del norte, sumerios. El caos se suele presentar con una imagen acuática, un océano inmerso en la oscuridad, por ejemplo. "Nada existía, a excepción del cielo vacío y el mar en calma en la noche profunda", relata la tradición maya. "Toda la tierra era mar, dice un texto babilónico. "La Tierra era sin forma y vacía, la oscuridad ocupaba la superficie de las profundidades,, y el espíritu de Dios se movía par toda la extensión de, las aguas se lee en el Génesis. También se recurrió con frecuencia a la metáfora del huevo. Un líquido aparentemente informe, en el interior del huevo, se convierte en polluelo. Es una hermosa imagen de la evolución del universo. Para los chinos, el huevo se separa en dos mitades que van a constituir, cada una por separado, el cielo y la Tierra. No obstante, en estas mitologías, el caos se relaciona con el agua y la oscuridad. En la cosmología moderna, en cambio, está constituido por calor y luz.

Sin embargo, las analogías entre el relato científico y estos mitos son innegables...

¿Se trata de una coincidencia? ¿O de un saber intuitivo? Al cabo, y lo veremos en el curso de esta historia, nosotros mismos estamos compuestos de polvo del Big Bang. ¿Tendremos con nosotros la memoria del universo?

Eva y la manzana

> ¿Qué misterio queda en este escenario de los orígenes del hombre que acabamos de
recorrer?

> El gran misterio es el modo como procede la evolución. En un medio cambiante, los
animales y los hombres se pueden transformar para adaptarse a nuevas condiciones
climáticas, como si en cada oportunidad hubiera, el escalón adecuado de mutaciones para
que se pudiera efectuar la opción correcta. La evolución procede, sin duda, por selección
natural. ¿Pero basta para explicar la maravillosa adaptación de los seres vivos a los cambios
de su entorno? ¿Acaso éste induce cambios genéticos de un modo más directo? Quizás lo
comprenderemos en un tiempo más...

.

'

> ¿Dirías que nuestra historia tiene un sentido, una lógica?

5* Sólo puedo comprobarlo: los seres vivos de hoy son más complejos que los que vivían hace mil millones de años. Y no creo en la contingencia ni en el azar: sólo parecen manifestarse cuando se estudia un período muy breve.

> ¿Quieres decir que habría que conciliar la concepción científica de nuestros orígenes con
la concepción religiosa, por ejemplo?

> No son incompatibles. La ciencia, en última instancia, sólo observa. No puede ser
dogmática. Sabe muy bien que la realidad es siempre más compleja.

> ¿Dónde situarías a Adán y Eva en esta historia?


> Serían Homo Habilis que vivían en la bella sabana perfumada del África oriental hace tres millones de años, cerca de aquella falla. Esa región debió ser ser una especie de paraíso terrestre cuando el hombre empezó a cazar y a hablar


Ø ¿Con serpientes y manzanas?


Ø Manzanas de doun, que son frutos de palmeras. Y no faltarían serpientes… Pero no intentemos apegar la Biblia a la ciencia, no tiene sentido.


Evolución y la biblia


Los iniciadores de las teorías explicativas del proceso evolutivo no pretendieron oponerse a ningún credo religioso, así como las varías teorías para explicar, por ejemplo, el magnetismo, no crearon para persona alguna un conflicto religioso.

¿Por qué en el caso de la Evolución surgió el conflicto, que ha perdurado por mucho tiempo y cuyas consecuencias perduran aún en nuestros días?

Se pueden anotar dos hechos.

En primer lugar el avance de las ciencias exactas ha dado origen a una forma de pensar que el verdadero progreso está en la ciencia y su aplicación a la tecnología; que la ciencia puede explicar la realidad concreta del mundo, sin ninguna perspectiva trascendente, más allá del mundo físico perceptible. El materialismo científico ha sido un factor deplorable que ha llevado a opinar de la religión como un mito anticuado, y a los creyentes a desconfiar de la ciencia. Indudablemente los puntos de vista del científico y los de la fe se hallan en planos distintos, pero cuando miran una misma realidad, no pueden permanecer en conflicto: la verdad religiosa no puede oponerse a la

verdad científica.

:

En segundo lugar, la interpretación literal de la Cosmogonía narrada en los primeros capítulos del Génesis apareció en contradicción con la posición evolucionista.

¿Cuál es el origen de la Cosmogonía que refiere el Génesis? Se lee en el primer libro de tos Reyes (Rey. 1, 11, 4 - 5): "...y cuando Salomón, ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses

extranjeros...", "...porque Salomón siguió a Astartet diosa de los Sidonios, y a Niicon. ídolo abominable de los Amonitas..."

Se introdujeron así a Israel cultos a dioses con prácticas detestables en los llamados "lugares altos", y doctrinas que explicaban el origen del mundo y del hombre por el poder de las divinidades introducidas. Se vio la necesidad apremiante de volver a la fe en un único Dios, Creador, al cual Israel había jurado fidelidad. Este es el origen más probable del Génesis, escrito después de Salomón.

Es necesario tener en cuenta que la Biblia no es un libro científico, sino histórico-religioso, En su lectura es preciso distinguir el modo y el mensaje.

Pertenecen al modo el género literario, los modismos propios del idioma, la forma personal de expresarse del autor, las implicancias de la cultura de la época, etc. El modo no pertenece a la revelación. Ésta está contenida en el mensaje bíblico.

En el caso particular de la narración de la Cosmogonía del Génesis, se nota el género literario, común en el oriente, de encerrar la narración en un ciclo natural, como los días de la semana. Se notan profusamente los antropomorfismos referentes a Dios. Tiene aspectos comunes con otras cosmogonías de la época.

El mensaje puede considerarse en la siguiente forma:


>. Existencia de un solo Dios, Creador del Universo y también del hombre. Dios es el fundamento primordial de toda la realidad. Para el hombre es el fundamento primitivo, sentido último y esperanza integral de su vida.


> Hay una relación de dependencia entre el hombre con Dios, perfilándose Dios como padre de la Humanidad. La figura de Dios como padre está ampliamente destacada en el antiguo testamento y ampliada maravillosamente en el nuevo testamento.


> La humanidad representada por el nombre de Adán y Eva, unidos en matrimonio. La figura del matrimonio es a menudo empleada en la Biblia para expresar la unión del amor. Los hombres deben vivir unidos en amor, como hijos de un mismo Padre. El amor se opone a la violencia.


> La existencia de otras criaturas, a disposición del hombre para que las cultive, los utilice, y las investigue.

> El hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios. Esto está dotado de un espíritu consciente y libre

La libertad lo capacita para hacer lo que sabe que es bueno \ correcto y también lo incorrecto y malo (la desobediencia de Adán y Eva).

Por otra parte la semejanza del hombre con Dios confiere la facultad de Amar, de no ser solitario: puede comunicar su existencia a otros y sentirse a sui vez padre y amar como padre.

La evolución en sus diversas facetas a lo largo de millones de años es objeto de investigación científica. No así la Revelación, el hecho de la creación. Pero el hombre no puede quedarse al nivel de los hechos investigables y la lógica que encuentra en su concatenación, como preter-materialismo científico, la realidad compleja va más allá de lo físico, abarca la metafísica, el campo Teológico y lo Religioso.

La creación no se puede entender como un acto inicial: Dios está siempre en su obra, que ciertamente tiene una finalidad. Esta dentro de esta finalidad la llegada del hombre, que con su propio ritmo y libertad debe humanizarse, de acuerdo al modelo del hijo de Dios hecho hombre.


La visión cristiana de la evolución, no está separada de la historia de la salvación, que siguiendo la idea de Tailhard de Chardin, culmina en e punto Omega (literalmente punto final).

La idea está de acuerdo con lo señalado por San Pablo; "la Humanidad se unirá con Cristo en un único Cuerpo místico y llegará a su consumación con Dios"

EL ORIGEN DE LAS ESPECIES___________________________

Las primeras explicaciones acerca de cómo evolucionaron las especies surgieron en Grecia. Los escritos de filósofos y matemáticos de la época, como Tales de Mileto, Aristóteles, Anaximandro, Empédocles y Epicuro, revelan una búsqueda de explicaciones naturalistas para dilucidar los fenómenos de la variación, de las especies.

La diversidad de los seres vivos y su adaptación a los distintos ambientes fue explicada por dos teorías: fijismo y transformismo.

El fijismo sostenía que las especies eran inmutables, independientes y estáticas, es decir, no habían cambiado sus características desde que surgieron por primera vez en el planeta. Esta idea perduró hasta mediados del siglo XVIII. Linneo y Cuvier fueron algunos de los científicos que sostenían esta postura. Por su parte, el transformismo sostenía que las Especies cambian en el transcurso del tiempo, dando origen a otras diferentes. Esta teoría surge en contraposición a la idea del fijismo y fue planteada por Lamarck.

En la actualidad, los hechos aportados por las diferentes disciplinas científicas permiten establecer que la evolución es un proceso continuo que ha transcurrido en un período largo de tiempo. En ese período, las especies surgen, se desarrollan y dan origen a nuevas especies; unas han colonizado con éxito los ambientes naturales del planeta y otras, que no han tenido éxito, se han extinguido.




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