martes, 3 de mayo de 2011

AFGANISTÁN (parte 2)

4
EDUCACIÓN Y CULTURA


En Afganistán se pueden distinguir dos sistemas educativos diferentes. Uno, de carácter religioso, tiene a los mulás como figuras centrales, en tanto que son los que se encargan de enseñar los preceptos del Corán así como la lectura, la escritura y el cálculo matemático. El otro sistema, implantado en 1964, promovía la enseñanza elemental gratuita y obligatoria para los niños de 7 a 15 años, aunque este objetivo raramente llegó a alcanzarse. Sólo el 58% de los habitantes mayores de 15 años está alfabetizado, según estimaciones para 2001. Algunos expertos creen incluso que esta cifra es demasiado elevada, ya que a finales de ese año el 80% de las escuelas habían sido destruidas. En 1995, las escuelas primarias tuvieron una matriculación anual de 1.312.197 alumnos, las secundarias de 512.851, y las instituciones de enseñanza superior de aproximadamente 10.000. La Universidad de Kabul, fundada en 1932, fue el principal y más prestigioso centro de educación superior hasta la guerra civil.



  


Refugiadas afganas
Muchachas afganas, en un campo de refugiados de Islamabad (Pakistán), asisten a clases patrocinadas por la UNESCO. Los talibanes prohibieron a las mujeres recibir cualquier tipo de formación.

4.1
Bibliotecas y museos
Las escasas bibliotecas importantes se localizaban en la capital. Gran parte del material conservado en la biblioteca de la Universidad de Kabul se dispersó durante la guerra. El Museo Nacional de Kabul (1922), el mayor del país, era el más destacado por su colección de objetos budistas antiguos. Algunas de sus piezas más valiosas fueron llevadas a la URSS durante la ocupación soviética; se desconoce su ubicación actual. En 1993, el museo fue bombardeado y saqueado. El comercio de antigüedades afganas llegó a ser, durante la década de 1990, una de las actividades ilegales más lucrativas. Más de 2.700 objetos artísticos que todavía se conservaban en los museos afganos fueron destruidos en 2000 durante el régimen talibán.
4.2


Literatura

La tradición de la narración oral continúa viva en Afganistán, en gran parte como resultado del analfabetismo generalizado. Esta antigua práctica es muy apreciada en la sociedad y sirve como medio de transmisión de valores y creencias a la vez que como forma de entretenimiento. La Sociedad Histórica de Afganistán y la Academia de Pashto publicaban revistas literarias y fomentaban la incorporación de nuevos escritores, aunque muchos de sus esfuerzos se vieron frenados a raíz de la guerra civil.
4.3

Arte, música y deportes

La vida cultural afgana ha girado en torno a las artes y actividades tradicionales. La joyería de oro y plata, alfombras de estilo persa y una variedad de diversos productos de piel se hacen de forma artesanal. La música se manifiesta en cantos, baladas y bailes populares tradicionales. El attan es el baile tradicional más característico. Se realiza en un gran círculo con los danzantes dando palmas y moviendo ágilmente sus pies al compás de la música. Los deportes populares incluyen el polo, el ghosai, un deporte de equipo similar a la lucha, y el buzkashi, un juego que usa una res muerta en lugar de una pelota o un disco que debe ser ubicada en un lugar concreto.
En Afganistán se podían encontrar ruinas, construcciones arquitectónicas y otras piezas artísticas de gran valor. Sin embargo, la turbulenta historia reciente del país ha hecho que muchas de ellas se hayan perdido. En marzo de 2001, por ejemplo, militantes talibanes destruyeron las dos gigantescas estatuas de Buda excavadas en roca en el acantilado de Bamiyan hace 1.500 años.

5
ECONOMÍA

Afganistán es uno de los países más pobres del mundo, con una renta per cápita anual estimada de tan sólo 220 dólares, aunque no existen datos fiables tras la guerra de 2001. A mediados de la década de 1990, tras diez años de ocupación soviética y de la posterior guerra civil, la economía afgana estaba ya muy deteriorada. En 1962 se iniciaron una serie de planes quinquenales para el desarrollo de la industria, la agricultura, la minería, el transporte y los servicios sociales. A finales de la década de 1970 y durante la de 1980 la economía sufrió un duro golpe por el enfrentamiento entre las fuerzas militares de la Unión Soviética, que ocuparon el país, y la resistencia de la guerrilla afgana. Alrededor de 1985, los gastos anuales del gobierno se estimaron en 650 millones de dólares.


En 1999 la población activa se estimaba en 10,9 millones de personas. Alrededor del 70% se dedicaba a la agricultura y la ganadería. Los mayores problemas en el terreno laboral son el desempleo generalizado y la carencia de trabajadores y funcionarios públicos cualificados.

5.1
Agricultura

La agricultura es la fuente principal de ingresos; el país produce por lo general la mayor parte de los alimentos para satisfacer las necesidades básicas de la población, mientras que un pequeño excedente se emplea para la exportación. Los cultivos principales son trigo, maíz, arroz, cebada, hortalizas, varios tipos de frutas y nueces. Los mayores cultivos industriales son los de semillas de ricino, rubia (usada para tintes rojos), asafétida (una resina medicinal), tabaco, algodón y remolacha (betabel). La cría de ganado ovino, la industria ganadera más importante, origina grandes cantidades de carne, grasas y lana para el consumo interior, y lana y pieles para exportar. En 2000 había 14.300.000 ovejas. La piel del karakul es muy apreciada, por lo que la producción extensiva de este tipo de ganado se incrementó notablemente en la zona norte. La cabaña ganadera incluye también un número importante de camellos, caballos, burros, vacas, cabras y aves de corral.

5.2
Minería

Desde tiempos remotos, los depósitos de oro, plata, cobre, berilio y lapislázuli han sido explotados en pequeñas cantidades en las áreas montañosas. También se explotaba el carbón, aunque su producción en 1999 estaba muy por debajo de la media habitual durante la década anterior. Los grandes depósitos de gas natural del norte se desarrollaron gracias a la financiación soviética. El gas empezó a llegar a la Unión Soviética a mediados de la década de 1980, pero este intercambio terminó en 1989. Otros depósitos, como mineral de hierro, sulfuro, cromo, cinc y uranio, en gran parte están todavía sin explotar.

5.3
Industria

Entre las décadas de 1960 y 1980, la producción industrial se incrementó. Con la apertura en 1965 de una gran fábrica de lana construida por la República Federal de Alemania, la producción textil se duplicó. El resto de factorías, localizadas principalmente en Kabul, eran plantas textiles, que en su mayor parte exportaban sus productos, y de calzado, plantas de cemento explotadas por el gobierno, una planta de procesado de frutas, una planta de briquetes de carbón y varias desmotadoras de algodón. La principal industria doméstica era el tejido de alfombras. Como en los demás aspectos de la economía afgana, la guerra civil supuso un freno muy importante para la expansión industrial.
5.4
Energía
Alrededor del 60% de la electricidad se produce en instalaciones hidroeléctricas mientras que el resto se genera en su mayoría en centrales térmicas que usan carbón o derivados del petróleo. Las grandes presas hidroeléctricas se situaron en los ríos Helmand y Kabul. En 2002, Afganistán produjo anualmente alrededor de 540 millones de KWh de electricidad.

5.5
Moneda y banca

La unidad monetaria es el afgani, que se divide en 100 puls. Desde 1981 hasta 1996, la tasa oficial de cambio fue fijada en 50 afganis por 1 dólar estadounidense. Desde 1999 quedó establecida en 3.000 afganis por 1 dólar, y en la actualidad la cotización del afgani fluctúa en el mercado. El Banco Central de Afganistán emite todos los billetes, ejecuta préstamos al gobierno y presta dinero a ciudades y otros bancos. Todos los bancos privados en Afganistán fueron nacionalizados en 1975.
5.6

Comercio

En 1999, las exportaciones anuales ascendieron a 150 millones de dólares y las importaciones supusieron 600 millones de dólares. Entre las principales exportaciones se encuentran gas natural (42%), frutos secos y nueces (26%), algodón, alfombras y pieles de karakul. La URSS fue el principal socio comercial de Afganistán antes incluso de la invasión soviética de 1979, y esa relación se intensificó en la década de 1980. Hasta mediados de la década de 1990, los principales compradores de los productos afganos, además de la URSS, fueron Pakistán, Reino Unido, Alemania y la India. Entre las importaciones se encuentran tejidos, materiales de construcción, petróleo, ferretería, maquinaria, té y azúcar.

5.7
Transporte

Los viajes por el interior están muy limitados por la dificultad del terreno. El país no tiene ferrocarriles y sus ríos, estrechos y de rápido curso, no son navegables, por lo que se usan sólo para transportar madera. Los camellos y otros animales de carga se utilizan en gran medida para el transporte. El país tiene 21.000 km de carreteras, la mayoría sin asfaltar. Las principales comunican Kabul con las capitales provinciales. El mejor acceso por carretera a Pakistán es a través del paso Jyber. El mantenimiento de las carreteras es un problema constante, principalmente a causa de las violentas avenidas de agua en primavera. La compañía aérea Bajtar Afghan realizaba vuelos nacionales e internacionales, aunque su actividad desapareció por la guerra.

5.8
Comunicaciones

En 1999 había 1,3 aparatos telefónicos en uso por cada 1.000 habitantes. La primera cadena de televisión afgana, puesta en marcha con ayuda japonesa, comenzó sus emisiones en Kabul en 1978. Cuando los talibanes accedieron al poder, prohibieron la televisión y cerraron todas las emisoras en funcionamiento. Posteriormente, las emisiones se reiniciaron una vez que las fuerzas de la Alianza del Norte liberaron Kabul en 2001.
En 1996 existían 270.000 receptores de televisión, 2.750.000 aparatos de radios y se editaban 12 periódicos con regularidad.

6
GOBIERNO

Hasta la década de 1960, el rey y la familia real dominaron el gobierno central afgano. En 1963 fue designado por primera vez un primer ministro no perteneciente a aquélla. La Constitución promulgada un año después contemplaba la división de poderes entre el jefe del ejecutivo y un Parlamento electo; pero, no obstante, bajo la monarquía los partidos políticos nunca fueron legalizados.


En 1973, un golpe de Estado dirigido por Muhammad Daud derrocó al rey Zahir, abolió la monarquía y proclamó la república. Cinco años después, Daud fue igualmente apartado del poder por un nuevo golpe que instauró un régimen comunista con Noor Muhammad Taraki al frente. Éste fue asesinado al año siguiente y sustituido por Hafizullah Amin. En diciembre de 1979, tropas de la Unión Soviética invadieron el país, acabaron con la vida de Amin e instalaron en la presidencia a Babrak Karmal. En 1987, este gobierno comunista pro soviético promulgó una nueva Constitución, cuyo texto establecía que el presidente debería ser elegido por sufragio indirecto para mandatos de siete años; en virtud de sus términos, Muhammad Najibullah accedió al cargo de presidente. Aquella Constitución también creó una Asamblea Nacional (Meli Shura) bicameral (integrada por el Senado y la Cámara de Representantes). El Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA, comunista) controlaba de facto el gobierno, pero 50 de los 234 escaños de la Cámara de Representantes estaban reservados para miembros de los partidos de la oposición. Tras la retirada de las tropas soviéticas (1989) y la caída del régimen comunista y del propio Najibullah (1992), el país quedó gobernado por un consejo provisional. En diciembre de 1992, Burhanuddin Rabbani fue elegido presidente por un Gran Consejo extraordinario. Aunque su mandato expiraba oficialmente en diciembre de 1994, continuó en el cargo hasta septiembre de 1996, cuando los talibanes tomaron Kabul y le forzaron al exilio. El nuevo régimen instaurado por éstos se prolongó hasta noviembre de 2001, cuando las fuerzas de la Alianza del Norte recuperaron Kabul.


Con la intención de conseguir crear un gobierno de carácter multiétnico, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) auspició la celebración en Alemania de la que fue denominada Conferencia Interafgana de Bonn, a la que asistieron delegados de las distintas corrientes étnicas, religiosas y políticas del país (con excepción de los talibanes). El 5 de diciembre de 2001 acordaron la formación de un gobierno interino que en los siguientes seis meses afrontaría la difícil transición hacia la estabilidad política. Dicho gabinete, presidido por Hamid Karzai, tomó posesión el 22 de diciembre de ese año. En junio de 2002, la Loya Jirga (Gran Asamblea) eligió a Karzai jefe del Estado para los siguientes dos años, periodo en el que su ejecutivo debería preparar al país para la celebración de elecciones libres y democráticas. En enero de 2004 fue aprobada una nueva Constitución, y en octubre de ese mismo año se desarrollaron elecciones presidenciales, que confirmaron a Karzai en la presidencia.

6.1
Justicia

La Constitución de 1931 estableció la oficialidad de la religión islámica, y el rito hanafí como fuente de Derecho. El hanafí, uno de los cuatro sistemas jurisprudenciales del islam suní, se identifica con la interpretación de la sharia. La Constitución de 1964 fijó que las leyes no podrían contradecir los principios básicos del islam, pero que estarían sujetas a un proceso legislativo ordinario cuando su contenido no vulnerase el de la sharia. Esta Constitución incorporó los jueces religiosos al sistema, pero también sancionó la supremacía de las leyes civiles. La más alta instancia era el Tribunal Supremo, existiendo tribunales inferiores en los niveles provincial, municipal y de distrito. Los procesos podían ser dirimidos en las lenguas de las minorías nacionales, y se crearon tribunales especiales para juzgar casos de índole política. Tras el golpe de Estado de 1978 y el cambio gubernamental, se dictaron una serie de decretos legales para lograr la modernización del sistema jurídico. Estos decretos tuvieron como objetivo eliminar la usura, las deudas antiguas, y las hipotecas sobre la tierra, así como el establecimiento de la igualdad de derechos en el matrimonio y una edad mínima para adquirir este estado. Muchas de estas reformas entraron en conflicto con múltiples sectores de la población. El advenimiento del régimen talibán (1996-2001) consagró como norma máxima a la sharia, en la versión que este grupo tenía de la misma, estricta y rigorista hasta el punto de convertir en habituales las lapidaciones, las amputaciones o los ahorcamientos.

6.2
Gobierno local

Como ya se ha dicho, Afganistán se divide en 31 provincias, que a su vez se subdividen en distritos y subdistritos. Cada provincia es administrada por un gobernador, que es designado por el gobierno central. No obstante, la práctica ausencia de control central en el país, como consecuencia de los distintos conflictos bélicos, dio como resultado que, a comienzos del siglo XXI, los diferentes “señores de la guerra” y jefes provinciales ejerzan un absoluto dominio en sus áreas de influencia.

6.3
Salud y bienestar social

Con anterioridad al régimen talibán, el gobierno incrementó sus esfuerzos para mejorar el bienestar de los habitantes, y puso en marcha un programa de medicina preventiva contra enfermedades contagiosas. Sin embargo, las condiciones de salud continúan siendo precarias debido a la situación bélica, la mortalidad infantil es alta (163 fallecidos por cada 1.000 nacidos vivos en 2005)y la esperanza media de vida en 2005 era de 42,7 años para los hombres y de 43,1 años para las mujeres.

6.4
Defensa

En 2001 el conjunto de las Fuerzas Armadas contaba con 60.000 soldados. Todos los hombres entre los 15 y los 55 años podían ser reclutados durante un periodo de tres o más años.

7
HISTORIA

La primeras referencias históricas de Afganistán datan del siglo VI a.C., cuando formó parte del Imperio persa de los aqueménidas. Junto con el resto de éste, la región fue dominada alrededor del 330 a.C., por Alejandro Magno. Tras su muerte en el 323 a.C., la mayor parte de la región cayó bajo el dominio del general de Alejandro Seleuco I Nicátor y más tarde bajo el del rey indio Chandragupta. A continuación se estableció otra dinastía griega en Bactriana (norte de Afganistán) y fundó un Estado que permaneció desde el 256 a.C. hasta el 130 a.C. El estado greco-bactriano se rindió a un grupo de nómadas iraníes denominados sakas y después a los kushans, que adoptaron el budismo. En los siglos III y IV d.C., los sasánidas persas invadieron el país desde el oeste. Los eftalitas, o hunos blancos, tenían en gran parte el control de Afganistán cuando los victoriosos árabes arrasaron la región a mediados del siglo VII.

7.1
Primeras dinastías musulmanas

La invasión árabe afectó a Afganistán probablemente de forma más decisiva que cualquier otra influencia extranjera. En los siglos posteriores, por ello, el islam se convirtió en la religión dominante y el control político árabe fue sustituido por el dominio iraní y turco. El completo predominio turco en el área se estableció al final del siglo X y principios del siglo XI gracias al sultán musulmán Mahmud de Ghazni. En consecuencia la cultura islámica logró cotas brillantes bajo la dinastía ghuri afgana o iraní (1148-1215). Los ghúridas extendieron gradualmente su dominio hacia el norte de la India, pero fueron arrollados por las hordas procedentes del Norte del conquistador mongol Gengis Kan, hacia 1220. La mayor parte del país quedó bajo control mongol hasta cerca del siglo XIV, en que otro invasor mongol, Tamerlán, se apoderó del norte de Afganistán. Entre los más notables sucesores de Tamerlán estuvo Babur, fundador de la dinastía mongol de la India, que conquistó Kabul alrededor del 1504. Más tarde, en el siglo XVI, los safawíes de Irán y los uzbekos del norte realizaron incursiones en la región. Los iranios y los mongoles sucesores de Babur sofocaron continuas revueltas de afganos.

7.2
Creación del Estado afgano

Durante el siglo XVII los afganos autóctonos empezaron a incrementar su poder. La tribu ghilzai conquistó la capital irania de Ispahan en 1722. Más tarde, Nadir Sha, que en 1738 restableció la autoridad iraní sobre casi todo Afganistán, emprendió una violenta contraofensiva iraní. Nadir fue asesinado en 1747, y entonces los jefes afganos eligieron a uno de sus generales, un miembro de la tribu abdalí llamado Ahmad Sha, como gobernante. A Ahmad Sha se le conoció como Durri-i-Dauran (Perla de la Época). Los abdalíes fueron conocidos en adelante como los duranios. Ahmad Sha agrandó sustancialmente su reino, adquiriendo el este de Irán, Beluchistán, Cachemira y parte del Punjab. El emirato se desintegró, sin embargo, bajo los sucesivos gobernantes de su dinastía, cayendo en 1818. Luego sobrevino un periodo anárquico en todo el país. En 1826 Dost Muhammad Kan, miembro de una notable familia afgana, tomó el control del este de Afganistán, asumiendo en 
1835 el título de emir.

7.3
Conflictos con Gran Bretaña
Entretanto, Dost Muhammad había llamado a las autoridades coloniales británicas en la India para proteger el territorio afgano reclamado en el Punjab. Cuando los británicos rechazaron su llamada, pidió ayuda a Rusia.


7.3.1
Primera Guerra afgana


Ante el temor a que la esfera rusa de influencia se extendiera a las fronteras indias, el gobernador general británico en la India, George Eden, conde de Auckland, se presentó a Dost Muhammad con un ultimátum que solicitaba la expulsión de un delegado ruso en Kabul. Rechazados los requerimientos británicos, en marzo de 1838 el ejército angloindio invadió Afganistán, desencadenando la Primera Guerra Afgana (1838-1842). Al encontrar una oposición poco efectiva, los invasores capturaron Kandahār en abril de 1839 y Ghazni en julio. Cuando Kabul cayó en agosto, Shah Shuja, un nieto de Ahmad Sha, se instaló en el trono afgano en lugar de Dost Muhammad, que él mismo entregó a los británicos.

El 2 de noviembre de 1841, Akbar Kan, un hijo de Dost Muhammad, encabezó con éxito un levantamiento contra Shah Shuja y las guarniciones afgano-indias del país. Una expedición de castigo angloindia reforzó las guarniciones durante un breve periodo, pero en diciembre de 1842 los británicos hubieron de abandonar finalmente el país. Dost Muhammad fue entonces liberado de su encarcelamiento y recobró su trono.
Las relaciones entre Afganistán y los británicos continuaron tensas hasta 1855, momento en que Dost Muhammad determinó un acuerdo de paz con el gobernador de la India.

7.3.2
Segunda Guerra afgana

La lucha fratricida entre los hijos del emir llevó al país a agitaciones durante más de una década tras su muerte en 1863. Shere Alí Kan, su tercer hijo y sucesor, despertó la enemistad de los británicos al adoptar una política amigable hacia Rusia en 1878. Al rechazar un segundo ultimátum, en noviembre de 1878 las fuerzas angloindias de nuevo invadieron Afganistán. En el curso del conflicto resultante, conocido como la Segunda Guerra afgana (1878-1879), los afganos sufrieron varios cambios. Kabul fue ocupada en octubre de 1879; Yakub Kan, hijo de Shere Alí, que había ocupado el trono en marzo del año anterior, fue forzado a abdicar y, en 1880, Abd al-Rahman Kan, nieto de Dost Muhammad, se instaló en el trono.

7.3.3
Posteriores relaciones anglo-afganas

El nuevo soberano confirmó la cesión, previamente acordada con los británicos por Yakub Kan, del paso Jyber y otros territorios afganos. Durante su reinado, que duró hasta 1901, Abd al-Rahman Kan arregló las disputas fronterizas con la India y Rusia, creó un ejército permanente y frenó el poder de diversos jefes tribales.


En 1907 durante el reinado de Habibullah Kan, hijo y sucesor de Abd al-Rahman, los gobiernos británico y ruso prometieron respetar la integridad territorial de Afganistán. Habibullah fue asesinado en febrero de 1919. Su hermano, Nasrullah Kan, que le sucedió en el trono durante sólo seis días, fue depuesto por la nobleza afgana en favor de Amanullah Kan, el hijo de Habibullah. Determinado a quitar completamente su país de la esfera de influencia británica, Amanullah declaró la guerra a Gran Bretaña en mayo de 1919. Los británicos, enfrentados a la vez con el creciente Movimiento Indio de Liberación, negociaron un tratado de paz con Afganistán en agosto. Por los términos del mismo (firmado en Rāwalpindi) Gran Bretaña reconoció a Afganistán como Estado soberano e independiente. En 1926 Amanullah Kan cambió su título de emir por el de rey.
7.3.4


Modernización
La popularidad y el prestigio que el rey Amanullah había ganado gracias al trato recibido de los británicos se disiparon pronto. Muy impresionado por los programas de modernización de Irán y Turquía, instituyó una serie de reformas políticas, sociales y religiosas: se instauró un régimen constitucional en 1923, los títulos de la nobleza fueron abolidos, se decretó la educación para las mujeres y otras medidas radicales apuntaban a que la modernización de las instituciones tradicionales se pusiera en vigor. La hostilidad provocada por el programa de reformas del monarca llevó a la rebelión de 1929 y Amanullah abdicó rápidamente y se exilió. Su hermano Inayatullah, que le sucedió, fue destronado por Bacha Sakau, un dirigente rebelde, después de un reinado de tres días. En 1929 el tío de Amanullah, Nadir Shah, apoyado por varios miles de miembros de las tribus, derrotó a los rebeldes y ejecutó a Bacha Sakau y se hizo con el poder.


El nuevo soberano restauró gradualmente el orden en el reino. En 1932 inició un programa de reformas económicas, pero fue asesinado al año siguiente. Su hijo y sucesor, Muhammad Zahir Shah, que sólo tenía 19 años cuando accedió, estuvo dominado durante los 30 años siguientes por sus tíos y primos, particularmente por el príncipe Muhammad Daud Kan. El Gobierno intensificó el programa de modernización iniciado por Nadir Shah y estableció relaciones comerciales con Alemania, Italia y Japón. Zahir Shah proclamó la neutralidad al principio de la II Guerra Mundial en 1939; sin embargo, en 1941, a petición de Gran Bretaña y la Unión Soviética, expulsó del país a más de 200 agentes alemanes e italianos. Los Estados Unidos establecieron relaciones diplomáticas con Afganistán en 1942. En noviembre de 1946 Afganistán ingresó en las Naciones Unidas.


7.4
El litigio de Pashtunistán

El gobierno afgano estuvo especialmente atento a la independencia en 1947 de la India y Pakistán. La incorporación a Pakistán de las áreas tribales de la Frontera del Noroeste, región adyacente poblada mayoritariamente por patanas, suscitó gran interés. Pakistán ignoró las reivindicaciones afganas de celebrar un plebiscito en las áreas tribales sobre la autodeterminación y en represalia, en 1947 Afganistán votó en contra de la admisión de Pakistán en las Naciones Unidas. Las relaciones entre los dos países se hicieron tensas en los siguientes años. Se produjeron esporádicos choques fronterizos entre las fuerzas de Pakistán y las tribus patanas, especialmente después de 1949, cuando éstas, con la aprobación del gobierno afgano, crearon un movimiento con el fin de establecer un Estado independiente que se llamaría Pashtunistán o Patanistán.


Afganistán manifestó su desagrado al acuerdo militar aéreo entre Estados Unidos y Pakistán firmado en 1954. Al año siguiente, el primer ministro soviético Nikolái Alexándrovich Bulganin, en su visita a Afganistán, proclamó su apoyo al Estado de Pashtunistán. A continuación, la URSS y Afganistán emitieron una declaración conjunta en favor de una coexistencia pacífica, el desarme universal y la integración de China en las Naciones Unidas. El gobierno soviético extendió su apoyo técnico a Afganistán.
Las relaciones entre Pakistán y Afganistán mejoraron brevemente durante el final de la década de 1950. En 1961, sin embargo, la disputa de Pashtunistán estalló y no se restauraron las relaciones completamente hasta 1967.

7.5
Gobierno personal de Zahir Shah

En 1963 el rey Zahir retiró a su primo Muhammad Daud, que había sido primer ministro desde 1953, y tomó las riendas del gobierno. Al año siguiente promulgó una nueva Constitución, que aceptaba algunos principios liberales, como celebrar elecciones legislativas: las primeras se celebraron en septiembre de 1965.


Afganistán experimentó grandes dificultades económicas al final de la década de 1960. La situación empeoró después de tres años de sequía, durante la que se estima que murieron de hambre 80.000 personas. En 1973, enviaron ayuda humanitaria la Unión Soviética, los Estados Unidos y China.
7.6


Proclamación de la República e invasión soviética

En 1968, Zahir Shah propuso la paz a Daud y se creyó que se habían restablecido entre ellos los lazos de amistad. Sin embargo, en julio de 1973 Daud tomó el poder, destronó al rey y proclamó la República de Afganistán. Se aprobó una nueva Constitución a comienzos de 1977, y Daud fue elegido presidente. Estableció un gabinete civil y mantuvo la política de no alineamiento del país. En abril de 1978 Daud murió durante un violento golpe de Estado. Los nuevos gobernantes, organizados en un Consejo Revolucionario dirigido primero por Noor Muhammad Taraki y después por Hafizullah Amin, suspendieron la Constitución e iniciaron un programa de socialismo científico, lo que condujo a la resistencia armada de los musulmanes, especialmente entre las tribus de las montañas.


Incapaces de contener la rebelión, Taraki y Amin solicitaron la ayuda militar de la URSS, a pesar de la cual, la resistencia al gobierno continuó en 1979. En diciembre de ese año, Amin murió tras un nuevo golpe de Estado apoyado por los soviéticos cuyas tropas ocuparon Afganistán. La URSS colocó como presidente a Babrak Karmal, un anterior vicepresidente que había sido expiado y exiliado en 1978. Aunque Karmal intentó activamente apaciguar a los rebeldes, la insurgencia persistió y más de 3 millones de refugiados huyeron al vecino Pakistán. Durante la mitad de la década de 1980, las fuerzas gubernamentales, y unos 118.000 soldados soviéticos defendieron las grandes ciudades y carreteras pero fueron incapaces de desalojar a los rebeldes. En mayo de 1986, probablemente por instigación soviética, Karmal fue reemplazado por Muhammad Najibullah, antiguo jefe de la policía del Estado.
7.7


Guerra civil

Entre mayo de 1988 y febrero de 1989 la URSS retiró todas las tropas, pero la guerra civil continuó. Afganistán dejó de ser un escenario más de la Guerra fría y se convirtió en una pieza fundamental en el tablero de las potencias regionales (Pakistán, India, Irán, Rusia, Uzbekistán) por hacerse con el control de un territorio estratégicamente situado. Najibullah fue depuesto en abril de 1992 y los rebeldes tomaron Kabul. Las facciones rivales acordaron entonces un consejo interino para gobernar Afganistán, con Burhanuddin Rabbani como presidente provisional. En diciembre de 1992, una asamblea especial confirmó, mediante votación, al presidente Rabbani por un periodo de dos años, pero persistió la lucha entre las fuerzas político-militares contendientes.
Tales fuerzas tenían un fuerte componente étnico-religioso: los tayikos, representados por el Jamiat-i-Islami, partido islamista moderado dirigido por Rabbani y Massud; los hazara, musulmanes shiíes, agrupados en torno al Hizb-i- Wahdat, liderado por Alí Mazarí y con el apoyo de Irán; los uzbekos, respaldados por Uzbekistán y encabezados por el Frente Nacional, del general Abdul Rashid Dostum; y, aunque en último lugar, el contingente étnico más importante, los pashtunes, agrupados (hasta el surgimiento de los talibanes en 1994) en el Hizb-i-Islami, grupo islamista radical shií apoyado por Pakistán y dirigido por Gulbuddin Hekmatyar.


El 17 de junio de 1993, Hekmatyar juró el cargo de primer ministro. El 27 de septiembre de 1993, los líderes de las facciones de la guerrilla acordaron una constitución interina, preludio a las elecciones de 1994. Sin embargo, el 1 de enero de ese año las luchas surgieron en Kabul entre tropas leales al presidente Rabbani y las seguidoras del primer ministro Hekmatyar, apoyado por el antiguo general comunista Dostum. A finales de junio de 1994 la lucha se extendió a otras partes de Afganistán y habían muerto más de 2.500 personas.


7.8
Implantación del régimen talibán

Los talibanes, grupo integrado por estudiantes de teología procedentes del sur del país (de la región de Kandahār) y de etnia pashtún, surgieron con fuerza en agosto de 1994, aprovechando la caótica situación política generada por la lucha entre las facciones en liza. Durante los meses siguientes, avanzaron en dirección a Kabul: entre noviembre de 1994 y enero de 1995 tomaron las ciudades de Kandahār y de Ghazni, y en febrero alcanzaron los alrededores de Kabul. Rechazados por las fuerzas gubernamentales, los talibanes optaron por avanzar hacia el oeste y el este, con el fin de cercar la capital.


A lo largo de 1995 su empuje continuó con fuerza (toma de Herāt), para estabilizarse a comienzos del año siguiente. Fue a finales de septiembre de 1996 cuando procedieron a la conquista de Kabul y al avance hacia el norte, donde se hicieron fuertes las tropas de Dostum y de Massud. Los talibanes procedieron a establecer, allí donde se extendieron, su visión restrictiva del islam: radical separación de sexos en público, prohibición a las mujeres de ocupar un puesto de trabajo, persecución de actividades consideradas ‘impías’ (salas de juego, consumo de bebidas) y modificación de la legislación penal para aplicar leyes más severas, entre otras.


En mayo de 1997 los talibanes organizaron una ofensiva contra las fuerzas situadas en el septentrional valle del Panshir, si bien no consiguieron conquistarlo en su totalidad. A la catástrofe humanitaria ocasionada por la guerra se añadió, en febrero de 1998, la de los terremotos que sacudieron el norte del país, y que causaron más de 5.000 muertos. En agosto de ese año tuvo lugar un ataque aéreo estadounidense contra instalaciones afganas como respuesta a los atentados producidos a comienzos de ese mes contra las embajadas norteamericanas de Nairobi (Kenia) y Dar es-Salaam (Tanzania), en los que fallecieron cerca de 300 personas, y en los cuales parecía estar implicado el millonario saudí Osama bin Laden, fundador y líder de la red terrorista Al-Qaeda que se refugiaba en Afganistán. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas anunció el 15 de noviembre de 1999, seis meses después de que Estados Unidos hiciera lo propio, la imposición de sanciones contra el régimen talibán a raíz de que éste rechazara entregar a Bin Laden para su procesamiento judicial. La resolución acarreaba la congelación de los bienes de los talibanes en el extranjero y la prohibición de los vuelos internacionales de sus compañías aéreas.


7.9
Fin del régimen talibán

El aislamiento talibán se agravó después de los atentados terroristas sufridos por Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001 (el derrumbamiento de las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York y de parte del Pentágono causaron miles de muertes). El presidente estadounidense George W. Bush forjó una amplia coalición internacional contra el terrorismo y dispuso una ofensiva militar, la Operación Libertad Duradera, cuyo primer objetivo era la entrega por parte de Afganistán de Bin Laden, a quien se acusaba de ser el responsable de los atentados. De forma simultánea, la oposición interna afgana se vertebraba en dos ejes. Por un lado, la Alianza del Norte (el conjunto de milicias y guerrillas antes en pugna, que combatía de forma unificada desde 1996 a los talibanes), rebautizada Frente Unido y liderada por Muhammad Fahim Khan (tras el asesinato de Massud), representaba el brazo militar del gobierno afgano en el exilio, presidido por Rabbani y reconocido como legítimo por la comunidad internacional. Por otro, el ex monarca Muhammad Zahir Shah, quien desde su exilio en Italia parecía una de las opciones más factibles para protagonizar la transición política subsiguiente a una hipotética caída del gobierno rigorista.


Dada la resistencia talibán a entregar a Bin Laden, fuerzas estadounidenses y británicas iniciaron el 7 de octubre de 2001 el bombardeo de objetivos estratégicos afganos. Durante el siguiente mes de noviembre, la Alianza del Norte, definitivamente respaldada por la coalición internacional, aceleró su ofensiva terrestre, ocupó de forma sucesiva las principales ciudades del país (Mazar-i-Sharif, Pulaj-i-Jamri, Tāloqān, Qala-i-Nau, Bāmiān, Kondoz, Herāt, Jalalabad y Kabul), y pasó a dominar dos terceras partes del territorio de Afganistán. Así, los talibanes conservaron tan sólo el control de algunas provincias del sur y centraron todos sus esfuerzos en resistir desde su principal baluarte, Kandahār. Paralelamente al avance de la Alianza, a los bombardeos aéreos aliados y al paulatino repliegue talibán, fuerzas estadounidenses iniciaron en el espacio meridional del país las operaciones de búsqueda sobre el terreno de Bin Laden. En el marco de esta nueva fase de la Operación Libertad Duradera, la infantería de Marina de Estados Unidos se hizo presente en las cercanías de Kandahār. Esta ciudad se rindió finalmente el 6 de diciembre, pero dado que el mulah Mohammed Omar y Bin Laden permanecían en paradero desconocido, las operaciones bélicas prosiguieron, trasladándose al que se presumía era su lugar de refugio, la montañosa región de Tora Bora donde aún luchaban numerosos miembros de Al-Qaeda. La resistencia de Tora Bora concluyó el 16 de diciembre, pero Omar y Bin Laden continuaron desaparecidos.

7.10
La reconstrucción y reorganización del Estado

En el plano diplomático, el 27 de noviembre de 2001 comenzó en Bonn (Alemania) la que fue llamada Conferencia Interafgana, a la que asistieron delegados de las principales fuerzas políticas de Afganistán (excepción hecha de los talibanes): la Alianza del Norte (con el presidente en el exilio, Rabbani, como cabeza visible) y los denominados Grupo de Roma (vinculado al antiguo monarca Zahir Shah), Proceso de Chipre y Asamblea de Peshawār. La reunión, auspiciada por la ONU, pretendía establecer un marco político que garantizara el subsiguiente proceso de pacificación y democratización del país. Esta cumbre, que tuvo que superar las diferencias existentes entre las distintas corrientes presentes, finalizó el 5 de diciembre. De ella emanó un gobierno provisional, presidido por el pashtún Hamid karzai, que ejercería el poder ejecutivo durante seis meses. Quedaba previsto que, trascurrido este periodo, se convocaría la Loya Jirga (o Gran Asamblea, la tradicional institución afgana que reúne a los distintos jefes tribales) para designar un nuevo gobierno, cuyo mandato se prolongaría durante dos años, plazo en el que tendrían lugar elecciones libres. Asimismo, en Bonn se acordó el despliegue de una fuerza internacional de paz vinculada a la ONU, la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, en sus siglas en inglés), que pasó a estar dirigida por la OTAN en agosto de 2003.


Según lo previsto, en junio de 2002 se reunió la Loya Jirga, y en su transcurso Karzai fue elegido para desempeñar la presidencia del país hasta la celebración de elecciones. Previamente habían renunciado a la posibilidad de ejercerla tanto el ex monarca Muhammad Zahir, como el ex presidente Rabbani. No obstante, en el desarrollo de la Asamblea fueron palpables las grandes dificultades que entrañaría el camino hacia la paz, dada la división existente entre los diversos grupos étnicos afganos. De hecho, el 6 de julio siguiente fue asesinado Abdul Qadir, vicepresidente y ministro de Obras Públicas del nuevo gobierno. Asimismo, los primeros pasos del proceso de normalización se vieron alterados por episodios de violencia como los acaecidos el 5 de septiembre de ese mismo año, cuando se produjo en Kandahār un atentado contra la vida de Karzai, del que éste salió ileso, horas después de que un coche bomba causara numerosas muertes en Kabul. Durante la denominada II Conferencia de Bonn, desarrollada en diciembre, Karzai declaró su intención de formar un Ejército nacional y procurar el desarme de los señores de la guerra regionales. En ese mismo mes celebró una reunión en Kabul, con representantes de los gobiernos vecinos de China, Irán, Pakistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, de la que emanó una declaración por la que cada uno de los estados asistentes aceptaba el compromiso común de respetar la integridad y soberanía de los otros.


En noviembre de 2003, dos años después de la caída de los talibanes, la comisión encargada de la redacción de una carta magna para el país presentó ante Karzai el proyecto constitucional que habría de ser debatido en la Loya Jirga. Este borrador contemplaba la definición del Estado afgano como una república islámica democrática, garante de los derechos fundamentales de todos sus ciudadanos. Finalmente, la Constitución fue aprobada por la Loya Jirga en enero de 2004.


El siguiente hito en el proceso de reconstrucción democrática del Estado era la celebración de elecciones presidenciales y legislativas. La inseguridad e inestabilidad aún imperantes en el país (especialmente patente en focos de resistencia talibán y en regiones dominadas por señores de la guerra), así como la dificultad para configurar el censo electoral, motivaron que esa esperada cita con las urnas sufriera diversos aplazamientos. Finalmente, el 9 de octubre de 2004, la ciudadanía afgana pudo decidir quién sería el presidente de la República durante los siguientes cinco años (las elecciones legislativas quedaron pospuestas para 2005). Los comicios tuvieron una elevada participación (aproximadamente, el 70% del electorado) y la legitimidad de sus resultados fue avalada por los observadores internacionales de la ONU, la Unión Europea (UE) y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Concurrieron 18 candidatos, siendo el más votado Karzai, el cual recibió el 55,4% de los sufragios. Sus principales rivales fueron el tayiko Yunus Qanuni, uno de los líderes de la Alianza del Norte y ministro de Educación en el gobierno provisional de Karzai, que recabó el 16,3%; el hazara Hayi Muhammad Mohaqiq (11,6%), y el uzbeko Abdul Rashid Dostum (10%). Dado que la candidatura de Karzai fue respaldada por más del 50% de los votos, no fue necesaria la convocatoria de una segunda vuelta electoral, por lo que el que había sido presidente provisional del país desde junio de 2002, pudo jurar su cargo como jefe del Estado el 7 de diciembre siguiente. Karzai designó días después a su gobierno y, en marzo de 2005, nombró comandante en jefe del Estado Mayor a Abdul Rashid Dostum. Por su parte, y tras sufrir nuevos aplazamientos, los retrasados comicios parlamentarios fueron convocados para el 18 de septiembre de ese año.




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