Militar y político chileno, presidente de la República (1927-1931; 1952-1958).
Carlos Ibáñez del Campo, presidente de Chile desde 1927 hasta 1931, y desde 1952 hasta 1958.
TRAYECTORIA PREVIA A LA PRESIDENCIA
Nacido en Linares el 3 de noviembre de 1877, cursó sus estudios en el Liceo de su ciudad natal, así como, desde 1896, en la Escuela Militar, de la que egresó como alférez destinado al Regimiento de Cazadores en 1898.
Desde 1903 hasta 1909 residió en El Salvador, comisionado por la Academia de Guerra chilena para actuar como instructor del Ejército de aquel país. Tras regresar a Chile, continuó su carrera militar, siendo nombrado prefecto de policía en Iquique (1919); mayor, y director de la Escuela de Caballería (1921); y teniente coronel.
Con esta última graduación participó en los movimientos militares de septiembre de 1924 y de enero de 1925. Después de éste, pasó a ser ministro de Guerra y fue ascendido a coronel.
Una vez aprobada la Constitución de 1925, se negó a presentar su renuncia como ministro a Arturo Alessandri, lo que adelantó el término del periodo presidencial de éste.
Emiliano Figueroa Larraín, elegido presidente ese mismo año, lo designó ministro del Interior, cargo desde el cual ejerció de forma efectiva el poder, provocando incluso la renuncia de aquél a la jefatura del Estado en 1927.
En calidad de vicepresidente convocó a elecciones y, tras haber sido su candidatura la única presentada, fue investido presidente de la República el 21 de julio de 1927.
PRIMER MANDATO PRESIDENCIAL
Antes de que acabara aquel año 1927, creó la Dirección General de Aprovisionamiento del Estado y fusionó las policías fiscal y comunal en el Cuerpo de Carabineros de Chile.
Su primer mandato estuvo caracterizado por un comportamiento gubernamental dictatorial, no dudando en reprimir a la oposición con dureza. Favoreció una política económica expansionista, difundió la enseñanza y promovió las obras públicas.
En materia de asuntos exteriores, solucionó con Perú la disputa de Tacna-Arica, a través del Tratado de Lima (3 de junio de 1929), lo que revirtió en la normalización de las relaciones diplomáticas con aquel país. La difícil situación económica, agravada por la crisis mundial, y la presión política y obrera, provocaron que dimitiera el 26 de julio de 1931 y huyera a Argentina.
Aunque efectuó un intento para regresar de forma clandestina al país, tuvo que retomar el camino del exilio.
SEGUNDO MANDATO PRESIDENCIAL
En 1938, apoyado por la Alianza Popular Libertadora, presentó nuevamente su candidatura a la presidencia, que más tarde retiró tras los incidentes que culminaron con la masacre del Seguro Obrero.
La Alianza postuló entonces a Pedro Aguirre Cerda. Éste se convirtió en presidente, pero falleció en 1941 en el ejercicio del cargo; en los subsiguientes comicios presidenciales, celebrados en 1942, Ibáñez fue derrotado por Juan Antonio Ríos.
Venció en cambio en los del 4 de septiembre de 1952, apoyado por el partido agrario laborista, frente a las candidaturas de Arturo Matte, Pedro Enrique Alfonso y Salvador Allende.
Durante su segundo mandato (1952-1958), tuvo que afrontar una grave crisis económica, por lo que invitó a la denominada Misión Klein Saks a que propusiera soluciones que procuraran la recuperación de la economía del país.
En el transcurso de esos años, creó el Banco del Estado, el Ministerio de Minería, la Corporación de la Vivienda y el Instituto de Seguros del Estado; impulsó la fundación del Banco Interamericano de Desarrollo; y dotó a Arica de la condición de puerto libre. Asimismo, promovió la ley que estableció la cédula única electoral, promulgó la ley de probidad administrativa, y derogó la llamada Ley de Defensa Permanente de la Democracia, aprobada con anterioridad por el gobierno de Gabriel González Videla. Falleció el 28 de abril de 1960 en Santiago.
TRAYECTORIA PREVIA A LA PRESIDENCIA
Nacido en Linares el 3 de noviembre de 1877, cursó sus estudios en el Liceo de su ciudad natal, así como, desde 1896, en la Escuela Militar, de la que egresó como alférez destinado al Regimiento de Cazadores en 1898.
Desde 1903 hasta 1909 residió en El Salvador, comisionado por la Academia de Guerra chilena para actuar como instructor del Ejército de aquel país. Tras regresar a Chile, continuó su carrera militar, siendo nombrado prefecto de policía en Iquique (1919); mayor, y director de la Escuela de Caballería (1921); y teniente coronel.
Con esta última graduación participó en los movimientos militares de septiembre de 1924 y de enero de 1925. Después de éste, pasó a ser ministro de Guerra y fue ascendido a coronel.
Una vez aprobada la Constitución de 1925, se negó a presentar su renuncia como ministro a Arturo Alessandri, lo que adelantó el término del periodo presidencial de éste.
Emiliano Figueroa Larraín, elegido presidente ese mismo año, lo designó ministro del Interior, cargo desde el cual ejerció de forma efectiva el poder, provocando incluso la renuncia de aquél a la jefatura del Estado en 1927.
En calidad de vicepresidente convocó a elecciones y, tras haber sido su candidatura la única presentada, fue investido presidente de la República el 21 de julio de 1927.
PRIMER MANDATO PRESIDENCIAL
Antes de que acabara aquel año 1927, creó la Dirección General de Aprovisionamiento del Estado y fusionó las policías fiscal y comunal en el Cuerpo de Carabineros de Chile.
Su primer mandato estuvo caracterizado por un comportamiento gubernamental dictatorial, no dudando en reprimir a la oposición con dureza. Favoreció una política económica expansionista, difundió la enseñanza y promovió las obras públicas.
En materia de asuntos exteriores, solucionó con Perú la disputa de Tacna-Arica, a través del Tratado de Lima (3 de junio de 1929), lo que revirtió en la normalización de las relaciones diplomáticas con aquel país. La difícil situación económica, agravada por la crisis mundial, y la presión política y obrera, provocaron que dimitiera el 26 de julio de 1931 y huyera a Argentina.
Aunque efectuó un intento para regresar de forma clandestina al país, tuvo que retomar el camino del exilio.
SEGUNDO MANDATO PRESIDENCIAL
En 1938, apoyado por la Alianza Popular Libertadora, presentó nuevamente su candidatura a la presidencia, que más tarde retiró tras los incidentes que culminaron con la masacre del Seguro Obrero.
La Alianza postuló entonces a Pedro Aguirre Cerda. Éste se convirtió en presidente, pero falleció en 1941 en el ejercicio del cargo; en los subsiguientes comicios presidenciales, celebrados en 1942, Ibáñez fue derrotado por Juan Antonio Ríos.
Venció en cambio en los del 4 de septiembre de 1952, apoyado por el partido agrario laborista, frente a las candidaturas de Arturo Matte, Pedro Enrique Alfonso y Salvador Allende.
Durante su segundo mandato (1952-1958), tuvo que afrontar una grave crisis económica, por lo que invitó a la denominada Misión Klein Saks a que propusiera soluciones que procuraran la recuperación de la economía del país.
En el transcurso de esos años, creó el Banco del Estado, el Ministerio de Minería, la Corporación de la Vivienda y el Instituto de Seguros del Estado; impulsó la fundación del Banco Interamericano de Desarrollo; y dotó a Arica de la condición de puerto libre. Asimismo, promovió la ley que estableció la cédula única electoral, promulgó la ley de probidad administrativa, y derogó la llamada Ley de Defensa Permanente de la Democracia, aprobada con anterioridad por el gobierno de Gabriel González Videla. Falleció el 28 de abril de 1960 en Santiago.
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