miércoles, 23 de febrero de 2011

LIBIA

Libia (nombre oficial, Al-Jamahiriyya al-'Arabiyya 
al-Libiyya ash-Sha'biyya al-Ishtirakiyya al-'Uzma, Gran República Árabe Libia Popular y Socialista), república del norte de África ubicado en el Magreb. Su capital es Tripoli, que comprende las antiguas colonias italianas de Tripolitania, Cirenaica y Fezzan. Limita con el mar Mediterráneo al norte, al oeste con Túnez y Argelia, al suroeste con Níger, al sur con Chad, al sureste con Sudán y al este con Egipto. Limita al norte con el mar Mediterráneo, al este con Egipto, al oeste con Argelia y al noroeste con Tunicia. La superficie de Libia, uno de los países más extensos de África, es de 1.757.000 kilómetros cuadrados.

Salvo la estrecha franja costera, donde vive la mayor parte de la población libia, el resto forma parte del desierto del Sahara.  Destacan en éste, por una parte las zonas de grandes dunas del "erg" que ocupan cerca del 20% del mismo, las regiones rocosas o "hamada" y entre estas los montes del Tibesti, y algunos oasis como los de Tazirba o Kufra.

No existen ríos permanentes, extrayendo el agua de algunos pozos, del subsuelo de los uadi (cauces de ríos normalmente secos) y de algunos manantiales. La mayoría de lagunas y lagos son excesivamente salinos como para poder ser utilizados por las personas.

Actualmente al país se le adjudica la esperanza de vida más alta de África continental (si se cuentan a las dependencias sólo es superada por la isla británica de Santa Helena), con 74 años. También cuenta con el PIB (nominal) per cápita más alto del continente africano, y el segundo puesto atendiendo al PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo (PPA).

Además, Libia ocupa el primer puesto en índice de desarrollo humano de África, y se le podría comparar en términos de PIB per cápita con Argentina o México.

TERRITORIOS Y RECURSOS


El desierto, las llanuras pedregosas y los mares de arena ocupan aproximadamente el 95% de la superficie de Libia. Al noreste y noroeste del país hay dos pequeñas áreas de colinas de unos 915 m de altitud. Hacia el sur el terreno se eleva hasta el macizo Tibesti que se extiende a lo largo de la frontera con Chad. Tiene 1.770 km de costa.


CLIMA


El clima es sahariano, con temperaturas de 0º C a 58º C., salvo en la franja costera que disfruta de un clima mediterráneo con lluvias suficientes para permitir los cultivos durante todo el año.
Libia se caracteriza por unas condiciones climáticas de calor y aridez extremas. Las regiones de desierto y subdesierto reciben pocas precipitaciones. En la costa, la precipitación raramente supera los 380 mm anuales.


RECURSOS NATURALES


El principal recurso de Libia es el petróleo. También explotan gas natural, yeso, caliza, sal marina y potasio.


FLORA Y FAUNA


La mayor parte de la superficie de Libia está desprovista de vegetación o sólo aparece de forma dispersa. En los oasis esparcidos crecen palmeras datileras, olivos y naranjos, y en las áreas elevadas encontramos juníperos y lentiscos. Entre los animales salvajes destacan los roedores del desierto, las hienas, las gacelas y los gatos monteses. También son comunes las águilas, los halcones y los buitres.


TEMAS MEDIOAMBIENTALES


Libia es extremadamente árida y los recursos de agua dulce son escasos. Sólo el 1,2% (2002) del suelo del país es cultivable y sólo el 0,267% (2002) de su territorio está irrigado. No existen ríos o corrientes permanentes en Libia. El país ha construido una red de represas que almacena lo que se escurre de sus infrecuentes lluvias, y en muchos asentamientos se han cavado pozos para aprovechar los acuíferos subterráneos.


Libia ha iniciado varios proyectos de irrigación importantes con el fin de compensar la escasez de agua, incluido el denominado "gran río hecho por el hombre" (GRHH), una enorme tubería de agua cuyo costo estimado supera los 30.000 millones de dólares. En 1996 se completó la primera de las cinco fases planificadas para este GRHH. El proyecto aprovechará los acuíferos de los oasis de Sarir, Sabha y Al Kufrah y llevará agua dulce a ciudades libias y zonas agrícolas junto a la costa del mar Mediterráneo. Aunque los responsables del proyecto predicen que el GRHH podría llegar a suministrar 5 millones de metros cúbicos de agua por día a Libia, la tubería operará desde reservas fósiles finitas y no está claro cuánto tiempo se podrán explotar estas fuentes de agua.


Libia ha desarrollado un amplio programa de reforestación durante las últimas décadas. Desde la de 1960 se han plantado más de 200 millones de plántulas en la Libia occidental, con el fin de frenar la erosión del suelo y la desertización.


Millones de minas antipersonas se enterraron en Libia durante las batallas del desierto en la II Guerra Mundial (1939-1945). Muchas de estas minas todavía están activas y constituyen una amenaza para las poblaciones animales y humanas del país.


Libia ha ratificado el Convenio de Londres sobre Vertidos y el Plan de Acción para el Mediterráneo, si bien las aguas residuales no tratadas y los desechos de las grandes industrias petroleras del país continúan contaminando el mar Mediterráneo y las zonas costeras. Libia también ha ratificado acuerdos internacionales que limitan los vertidos marinos y las pruebas nucleares y otros tratados orientados a la protección de la biodiversidad y la capa de ozono. Libia es miembro del Convenio sobre el Patrimonio de la Humanidad.





POBLACIÓN: Expectativa de vida, Hombres: 73,53 años; Mujeres: 77,88 años
La población nativa de Libia es principalmente de origen bereber y árabe; entre el 15 y el 20% de la población está compuesta por trabajadores extranjeros y sus familias.
Alrededor del 86% de la población vive en áreas urbanas, aunque algunos libios todavía viven en grupos nómadas o seminómadas.

CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN

Libia tiene una población (según estimaciones para 2005) de 5.765.563 habitantes. La densidad de población es de sólo 3,3 hab/km². A pesar de esto, su distribución es desigual; más de dos tercios habitan en las áreas costeras.


CIUDADES PRINCIPALES: Trópoli y Bengasi.

Las dos áreas urbanas mayores son los puertos de Trípoli (con una población, según estimaciones para 2003 de 1.149.957 habitantes) y Bengasi (con una población, según estimaciones para 2003 de 636.992 habitantes). La capital es Trípoli.


RELIGIÓN: Musulmanes-Suníes


El islam es la religión oficial del Estado, y aproximadamente el 97% de los libios son musulmanes suníes. Una pequeña parte de la población es católica. 

IDIOMA: Árabe, Italiano, Inglés
 
El idioma oficial es el árabe, aunque también se habla el bereber y se utiliza el inglés y el italiano en ámbitos comerciales. Nota: todas están en uso común en las principales ciudades.

EDUCACIÓN: ALFABETISMO; 76,2% total; 87,9% hombres; 63% mujeres (est. 1995)

La educación primaria en Libia es gratuita y obligatoria. La tasa de alfabetización para la población adulta es de aproximadamente el 84,2%. En el curso 2000, 766.087 alumnos se inscribieron en 4.164 escuelas de primaria, atendidas por 97.334 profesores. En Libia existen cinco universidades.

INSTITUCIONES CULTURALES
 
La biblioteca y los archivos Nacionales están en Trípoli y la mayor biblioteca del país, que contiene más de 300.000 volúmenes, está en la Universidad de Garyounis (1955) en Bengasi. Entre los principales museos, están el Museo de Leptis Magna en al-Khums y los museos de arqueología, historia natural, epigrafía, prehistoria y etnografía de Trípoli.

ECONOMÍA

Libia era tradicionalmente un país agrario, aunque la agricultura estaba restringida, en un principio, a las regiones costeras. La ganadería de subsistencia era también importante. El descubrimiento del petróleo a finales de la década de 1950 supuso un profundo cambio en su economía: el producto interior bruto (PIB) ascendió de 1.500 millones de dólares estadounidenses en 1965 a 25.400 millones en 1985 y, entre 1965 y 1980, la economía creció una media anual del 4,2%. El descenso de los beneficios del petróleo en la década de 1980 obligó a recortar los programas de desarrollo, y los ingresos per cápita descendieron al menos un 25%. 

A finales de la década de 1980, Libia tenía un producto nacional bruto de 23.300 millones de dólares (cifra del Banco Mundial según precios de 1987-1989) que equivalían a 5.310 dólares per cápita. El presupuesto anual estimado a principios de la década de 1990 indicaba unos ingresos de 6.900 millones de dólares y unos gastos de 8.600 millones de dólares.

AGRICULTURA: Trigo, cebada, dátiles, frutas cítricas, verduras, cacahuetes, sojas; ganado.

La mayor parte de la tierra cultivable y de los pastos de Libia está en Tripolitania. Los cultivos en el este y en el sur son esporádicos y dependen de las lluvias. Aproximadamente, el 11% de la población activa trabaja en la agricultura, pero la producción sólo supone en torno al 7% del producto nacional bruto y el porcentanje de suelo cultivado es del 1,2% del total. Los principales cultivos con la producción anual en toneladas son (datos de 2004): cereales (214.500), fruta (381.180), hortalizas (844.000) y oleaginosas (40.660). 

En 2003, la cabaña ganadera tenía 4.130.000 cabezas de ganado ovino, 1.265.000 de caprino, 130.000 de vacuno, 47.000 camellos y 25.000.000 de aves de corral. Un ambicioso plan de regadíos con un coste estimado de 25.000 millones de dólares, empezó a desarrollarse en 1984. La finalización del proyecto se calculó para el año 2029. En 1992, el presidente libio Muammar al-Gaddafi inauguró el primer tramo del proyecto que cuenta con unos 2.000 km de longitud y el establecimiento de una central eléctrica.

PESCA

En las aguas costeras de Libia se capturan pequeñas cantidades de atún y de sardinas y en el litoral se recogen esponjas. Las capturas totales en 2001 fueron de 33.339 toneladas.

MINERÍA

El petróleo es el principal producto de Libia y la fuente de ingresos más importante. La producción de crudo en 2002 fue de 481.589.800 barriles y la producción de gas natural de 6.210 millones de m³. Libia produce otros minerales en cantidades significantes como la sal marina y el potasio.

INDUSTRIA: Petróleo, industria, telas y tejidos, artesanías, cemento.

Las principales producciones industriales de Libia son los derivados del petróleo, los productos petroquímicos y los materiales de construcción. La mayoría de los bienes de consumo tienen que ser importados. Los productos artesanos tradicionales tienen una importancia económica menor.

ENERGÍA

Las centrales térmicas, que se concentran en la región de Tripolitania producen la práctica totalidad de la energía de Libia. Las instalaciones libias generan anualmente 20.889 millones de KWh.

MONEDA: 1 Dinar Libio (LD) = 1,000 dirhams

La unidad monetaria de Libia es el dinar libio dividido en 1.000 dirhams (1,29 dinares equivalían a 1 dólar estadounidense en 2003).


BANCA

El banco emisor es el Banco Central de Libia (1955), que también supervisa el sistema financiero y regula los créditos. En 1972 se estableció el Banco Exterior Árabe de Libia para gestionar las inversiones en el exterior.

COMERCIO EXTERIOR

El petróleo constituye la práctica totalidad del comercio exterior libio; debido al descenso de los precios del crudo, las exportaciones descendieron de 21.600 millones de dólares en 1980 a 13.018 millones en 2000. Las importaciones de 2000 totalizaron 4.708 millones de dólares y estaban constituidas principalmente por productos industriales y alimentarios. Libia realiza sus transacciones económicas principalmente con Italia, Alemania, España, Francia, Japón y Gran Bretaña.

TRANSPORTE

Las carreteras que discurren a lo largo de la costa conectan Trípoli con Túnez, Bengasi con Ţobruq (Tobruk) y Alejandría; otra carretera une la ciudad de Sabha en el interior con la red viaria costera. En total, Libia tiene 83.200 km de carreteras, de las que el 56% están pavimentadas. 

Las Líneas Aéreas Árabes de Libia ofertan tanto vuelos nacionales como internacionales. Varias líneas aéreas internacionales cubren el servicio entre Trípoli y Bengasi. Además de las instalaciones portuarias de Trípoli, Bengasi y Ţobruq, Libia cuenta con el nuevo puerto de Misurata que está en funcionamiento desde 1978.

COMUNICACIONES

Los sistemas de correos y telecomunicaciones de Libia están en manos del Estado. El interior y las regiones costeras permanecen en comunicación por radio. Se estima que el país contaba en 1997 con 1.350.000 receptores de radio y 770.000 aparatos de televisión. El principal periódico es Al-Fajr al-Jadid, que se edita en Trípoli. Los 4 periódicos tenían una tirada total de 71.000 ejemplares diarios en 1996.

GOBIERNO: República (Jamahiriya. Estado de las Masas, gobernado nominalmente a través de congresos regionales populares). El gobierno es una dictadura militar.

En marzo de 1977, se instituyó, por medio de la Declaración del Establecimiento de la Autoridad del Pueblo, que en realidad venía a sustituir a la Constitución de 1969, la llamada Jamahiriyya (en árabe, 'Estado de las masas'). La hasta entonces República Árabe de Libia cambió su nombre por el de República Árabe Libia Popular y Socialista. En abril de 1986, el Estado libio adoptó su denominación actual: Gran República Árabe Libia Popular y Socialista.

El Congreso Popular General (CPG) es el cuerpo nacional legislativo. El jefe del Estado nominal es el secretario general del CPG. Un primer ministro preside el Comité Popular General, órgano ejecutivo. El ‘hermano guía de la gran revolución’ es el nombre del cargo ideológico que desempeña Muammar al-Gaddafi, quien ejerce de facto la jefatura del Estado libio.

GOBIERNO LOCAL

Libia, antes dividida en gobernaciones, se reorganizó en 1977 en 46 municipios y 186 unidades administrativas básicas. Más tarde, se crearon 26 congresos populares municipales, el nivel intermedio entre los comités populares de base y el CPG. Las competencias de la mayoría de los 19 ministerios que formaban el gobierno (el Comité Popular General) fueron trasladadas a los congresos populares municipales en 2000.

PODER JUDICIAL

La justicia civil, criminal y comercial de Libia sigue el modelo egipcio. En 1979 el poder judicial de Libia pasó a manos de la autoridad del Comité Popular de Justicia que ejerce como tribunal supremo y está compuesto por un presidente y varios magistrados asociados. También existen tribunales de primera instancia y tribunales de apelación.

DEFENSA

En 2003, el Estado libio contaba con un Ejército de Tierra de 45.000 miembros y una Armada de 8.000, mientras que las fuerzas aéreas tenían 23.000 hombres en sus filas.

HISTORIA

Fenicia fundó colonias en la costa de la Tripolitania, que después conquistó Cartago en el siglo VI a.C. Posteriormente los griegos establecieron asentamientos en Cirenaica. El historiador griego Herodoto, en el siglo V a.C., describió al pueblo de los garamantes de Fezzan, como agricultores sedentarios que utilizaban carros tirados por caballos en sus batallas. Este hecho se verificó en el siglo XX gracias a un descubrimiento de arte rupestre en el Jabal Akakus en el Fezzan occidental y en el Jabal al-Uwaynat cerca de la frontera con Egipto. Después, Libia se convirtió en provincia romana, hasta que fue conquistada por los vándalos en el 455 d.C. Después de la reconquista llevada a cabo por el Imperio bizantino en el siglo siguiente, la región cayó bajo la órbita árabe en el 643.

Gobernadas sucesivamente por las dinastías de los Omeyas, de los Fatimíes y de los bereberes, las regiones históricas de Trípoli y Cirenaica fueron parcialmente conquistadas por los normandos en 1146 que pronto las abandonaron al control de los almohades. 

Durante los siglos siguientes, los distintos territorios libios cambiaron frecuentemente de manos: el emperador Carlos V cedió el territorio a los caballeros de Malta, quienes perdieron el territorio que se convirtió en núcleo de piratas berberiscos en 1515, hasta que el Imperio otomano la conquistó finalmente unos años después.

A principios del siglo XIX la secta puritana sanusí se desarrolló en el interior del país. Los sanusíes encabezaron la resistencia contra los italianos, cuando éstos comenzaron la conquista de Libia en 1911. Turquía renunció a sus derechos sobre Libia en el Tratado de Lausana (1912), a favor de Italia, pero los sanusíes se resistieron a la invasión italiana hasta 1931.

Durante la II Guerra Mundial, Libia se convirtió en el escenario de intensas batallas en el desierto entre los ejércitos italo-germanos y las fuerzas aliadas. Después de la expulsión de las tropas del Eje en 1943, Francia y Gran Bretaña tomaron el control del país. El 21 de noviembre de 1949, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que garantizaba la independencia de Libia, la cual entró en vigor el 1 de enero de 1952.

ESTABLECIMIENTO DEL REINO

La Asamblea Nacional, compuesta por un número igual de delegados de Cirenaica, Tripolitania y Fezzan, se reunió en Trípoli en 1950 y designó rey a Muhammad Idris al-Sanusi, emir de la Cirenaica y dirigente de la secta sanusí. La Asamblea promulgó la Constitución el 7 de octubre de 1951. El 24 de diciembre el emir, ya con la denominación regia de Idris I, proclamó la independencia del Reino Unido de Libia. 

En febrero de 1952 se celebraron elecciones y el Parlamento se reunió por primera vez en marzo. Libia se incorporó a la Liga Árabe en 1953 y a las Naciones Unidas en 1955. 

En 1963 se reforzó la Constitución para conceder el sufragio femenino y convertir a Libia en un Estado unitario, abandonando su primigenia estructura federal.
El Reino Unido y Francia acordaron conceder ayuda financiera al nuevo Estado a cambio de mantener sus instalaciones militares en el mismo. Estados Unidos, que deseaban mantener su base aérea de Wheelus Field, cercana a Trípoli, también prometieron asistencia económica y técnica. 

Libia estableció relaciones diplomáticas con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1956 pero rechazó las ofertas soviéticas de ayuda económica. En 1964 comenzaron las negociaciones entre Libia por un lado y Estados Unidos y Reino Unido por otro para acordar la retirada de tropas y el cierre de las bases aéreas. Los últimos contingentes de tropas británicas y estadounidenses abandonaron en 1970 el país.

Libia no participó en 1967 en la guerra de los Seis Días contra Israel, pero apoyó a la Liga Árabe y proporcionó ayuda financiera tras el conflicto a Jordania y a la República Árabe Unida (nombre que conservó oficialmente Egipto hasta 1971 y que fue adoptado en 1958 tras federarse políticamente con Siria, aún cuando esta última abandonara la unión en 1961).

A principios de la década de 1950, el desarrollo de la industria del petróleo experimentó un rápido progreso y Libia gozó de un periodo de prosperidad. En 1956 el gobierno libio garantizó la concesión de 5.668.000 ha a dos compañías petroleras estadounidenses. 

En 1961 el rey Idris inauguró un oleoducto de 167 km que unía los principales campos petrolíferos del interior con el mar Mediterráneo. Las nuevas instalaciones hicieron posible la exportación del crudo libio. En ese mismo año un decreto real estipuló que en futuros acuerdos con las compañías petrolíferas los márgenes de beneficios gubernamentales se incrementarían del 50% al 70%. A finales de la década de 1960, numerosas compañías petrolíferas de varios países habían adquirido las concesiones oficiales, por lo que la producción de crudo alcanzó más de 85 millones de barriles mensuales.

DERROCAMIENTO DE LA MONARQUÍA

Una nueva era en la historia de Libia comenzó el 1 de septiembre de 1969, cuando un grupo de jóvenes oficiales derrocaron la monarquía y establecieron la Jamahiriyah (República) Árabe de Libia Popular y Socialista.

El Consejo del Mando de la Revolución (órgano gubernamental del nuevo régimen), presidido por el coronel Muammar al- Gaddafi, mostró la determinación de desempeñar un papel más importante en los asuntos de Oriente Próximo y del norte de África. En septiembre de 1971, Egipto, Libia y Siria acordaron su federación en una Unión Socialista Árabe para conseguir una ventaja militar mutua contra Israel. Este y otro acuerdo posterior para formar una unión con Túnez, fueron abandonados en 1974.

En política interior, el régimen de Gaddafi decretó la nacionalización de empresas comerciales y de la banca. Se alcanzó un acuerdo con las compañías petrolíferas extranjeras que incrementaron las ganancias anuales procedentes del crudo libio en 770 millones de dólares. 

A pesar de esto, a principios de la década de 1970, también fueron nacionalizados los recursos petrolíferos del país. Incluso después de la guerra del Yom Kipur de 1973, Gaddafi instó a los socios árabes a que cesaran sus exportaciones de petróleo, tan vital para los países industrializados de Occidente, a aquellos Estados que apoyaran a Israel. Después de la guerra, Libia se unió al embargo de la exportación petrolífera a Occidente e impuso precios más altos a los países importadores.


Bajo la dirección de Gaddafi, Libia desempeñó un papel más activo no sólo en los asuntos árabes sino también en otros ámbitos de la política internacional. Opuesto a la iniciativa de paz con Israel del presidente egipcio Anwar al-Sadat, sellada en los Acuerdos de Camp David, Libia tomó parte decisiva, junto a Siria, en el también llamado 'frente de rechazo' en 1978. Su apoyo a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) más tarde se extendió a la concesión de ayudas económicas solapadas para grupos revolucionarios de otros países, algunos de los cuales utilizaban métodos terroristas indiscriminados en sus actividades. Durante el mismo periodo, el ejército libio intervino en una guerra civil en el país vecino de Chad. El tratado de paz con Chad en 1989 se firmó.

Las relaciones de Libia con Estados Unidos se deterioraron a principios de la década de 1980. En 1981 dos aviones de la Armada de Estados Unidos derribaron a dos aviones de combate libios sobre el golfo de Sidra, que Libia reclamaba como aguas territoriales, lo que suponía cerrar ese espacio a la navegación internacional. En 1982 Estados Unidos impuso un embargo a las importaciones de crudo libio. En marzo de 1986 otro choque en el golfo de Sidra acabó con el resultado de dos barcos libios destruidos por barcos de la VII Flota de Estados Unidos. En abril, en respuesta a varios atentados que sufrieron soldados estadounidenses en Europa el presidente estadounidense Ronald Reagan ordenó el bombardeo de Libia, a quien acusó de ser el garante de los grupos terroristas antiestadounidenses que operaban, principalmente, en el continente europeo. Estos bombardeos, aunque fueron dirigidos a centros militares, causaron daños entre la población civil, incluida la casa de Gaddafi falleciendo su hija menor.



En septiembre de ese año, después de presiones internacionales, y de la intervención del que fuera presidente sudafricano Nelson Mandela, el Gobierno de Trípoli aceptó que el 5 de abril de 1999 los dos agentes libios, Abdel Baset al Megrahi y Al Amin Jalifa Fhemah, acusados de la catástrofe de Lockerbie, fuesen juzgados en La Haya por un tribunal escocés. Libia aceptó indemnizar a las víctimas de un atentado contra un avión francés que se había producido en 1989,

El mismo día la ONU anunció la suspensión del embargo. Libia acudió como invitada el 15 de abril de 1999 a la III Conferencia Euromediterránea de ministros de Exteriores en Stuttgar (Alemania).
El Ministerio británico de Exteriores anunció el 7 de julio de 1999 que el Reino Unido reanudaría las relaciones diplomáticas con Libia tras quince años de ruptura, tras la colaboración prestada por el Gobierno de Trípoli en el esclarecimiento de la muerte de una policía británica a las puertas de la Embajada libia en Londres en 1984.
El 13 de septiembre de 1999, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea suspendieron las medidas restrictivas tomadas contra Libia.  
El 2 de diciembre de ese año el primer ministro italiano Massimo D’Alema mantuvo en Trípoli una entrevista con Gaddafi, primera con un líder occidental desde 1992. El diálogo se saldó con el compromiso libio de negar ayuda y protección a los responsables de actos terroristas.
En marzo de 2001 se formó oficialmente la Unión Africana, durante una ceremonia llevada a cabo en la ciudad libia de Sirte. En agosto de 2001, EE. UU. prorrogó la ley D'Amato por otros cinco años, si bien al mes siguiente Gadafi condenaba los ataques suicidas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
El 28 de mayo de 2002, el gobierno libio ofreció 2700 millones de dólares para indemnizar a las familias de las 270 víctimas del atentado de Lockerbie, y un año después aceptó la responsabilidad civil en esta acción terrorista.
La ONU levantó formal y definitivamente el día 12 de ese mes de septiembre de 2003 las sanciones que había impuesto en 1992 y suspendido en 1999. 


De forma sorprendente, tras conversaciones secretas, Al-Gaddafi alcanzó en diciembre de 2003 un acuerdo con el presidente estadounidense, George W. Bush, y con el primer ministro británico, Tony Blair, para el desmantelamiento por parte de Libia de sus armas de destrucción masiva. 
El 12 de septiembre de 2003, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el levantamiento formal de las sanciones impuestas a Libia en 1992, que incluían el embargo aéreo, de armas y de equipamiento industrial.
El 17 de septiembre de 2003 el Presidente del Gobierno de España, José María Aznar, inició una nueva etapa de visitas de mandatarios europeos a Libia. Aznar viajó acompañado del secretario de Estado de Comercio, Francisco Utrera, y de una delegación de altos directivos de 28 empresas españolas de los sectores de turismo, alimentación, hidrocarburos, construcción, ferrocarriles, sanidad y educación; sectores que los técnicos del Ministerio de Economía consideraban los de mayor interés en el mercado libio. Al margen de la entrevista personal con Muammar al-Gaddafi, uno de los actos fundamentales del viaje oficial sería la celebración de un encuentro empresarial, que presidiría el propio José María Aznar con el primer ministro libio, Sukri Gahnen, y en el que los empresarios españoles negociarían acuerdos de cooperación, de inversión y comerciales con este país norteafricano.
El 19 de diciembre de 2003, el presidente estadounidense George W. Bush anunció el compromiso del líder libio Muamar al-Gaddafi de abandonar sus programas de desarrollo de armas de destrucción masiva (programas y actividades químicos, biológicos, nucleares y de misiles balísticos de ese país), y permitiría a los inspectores internacionales entrar al país incondicionalmente.

El 9 de enero de 2004 el gobierno libio y los familiares de las 170 víctimas del atentado al avión de la compañía UTA en 1989 firmaron en París un acuerdo de indemnización, lo que abrió la puerta a la normalización de los lazos entre París y Trípoli.
Al mes siguiente, Washington anunciaba el levantamiento de varias de las sanciones impuestas a Libia.
En marzo de 2004, la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Sierra Leona establece que Libia y Liberia habían adiestrado y apoyado a los rebeldes del Frente Revolucionario Unido (FRU), la sangrienta guerrilla que entre 1991 y 2001 desafió la autoridad del Gobierno sierraleonense. En este conflicto perdieron la vida 50.000 personas. Libia fue condenada por la ONU a pagar compensaciones al gobierno de Sierra Leona.
El 25 de marzo de 2004, Tony Blair visita Trípoli y se entrevista con Gaddafi. Es el segundo primer ministro británico que visita el territorio de Libia, antes lo hizo  Winston Churchill cuando el territorio era administrado por Gran Bretaña. Coincidiendo con la visita de Blair, la Shell anunció que estableció un contrato con la petrolera estatal de Libia.
La última semana de abril Gaddafi visitó Bruselas y se reunió con funcionarios Europeos encabezados por Romano Prodi. Fue su primer viaje a Europa en 15 años y la comprobación de que Occidente ha cambiado su posición ante el régimen libio debido a la nueva política de puertas más abiertas a las multinacionales occidentales.
El 28 de junio William Burns, miembro del gobierno de EE. UU. inauguró formalmente la nueva Oficina de Contacto de Estados Unidos en Trípoli y el restablecimiento de relaciones diplomáticas directas. George W. Bush, envió una carta a Gaddafi en la que elogió la cooperación de Libia en el desmantelado de los arsenales prohibidos y en el proceso de llevar las relaciones bilaterales a un nivel esperado. Además, expresó su compromiso de colaborar con el régimen libio para normalizar los lazos políticos, económicos, comerciales y culturales, mientras que Libia no sólo paralizaba sus programas militares secretos, sino que daba información sobre colaboración con otros países y redes de distribución en materia de armas nucleares, químicas y biológicas.
En agosto de 2004, Libia anunció que pagaría 35 millones de dólares a más de 160 personas afectadas por el atentado terrorista contra la discoteca berlinesa "La Belle", en1986, del que los tribunales alemanes responsabilizaron los servicios secretos libios.
El 11 de octubre, los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, acordaron levantar el embargo de armas que habían impuesto a Libia 18 años atrás.
El 15 de octubre, el canciller de Alemania, Gerhard Schroeder, llegó a Libia en visita oficial. Es la primera vez en la historia que un canciller alemán visita Libia y fue posible gracias a que el gobierno libio pagó el primer desembolso de la compensación a las víctimas de "La Belle". Alemania es el segundo socio comercial de Libia. Por eso en esta gira el canciller alemán estuvo acompañado por empresarios de su país, especialmente interesados en contratos de transporte y para la construcción de infraestructura turística, así como el negocio del petróleo. De hecho, Libia suministra algo más del 10% del crudo importado por Alemania y se sitúa en el cuarto lugar entre sus proveedores, después de Rusia, Noruega y Gran Bretaña.
El acercamiento diplomático libio a las democracias occidentales prosiguió en 2004; el 20 de septiembre de ese año, Bush levantó el embargo comercial que Estados Unidos ejercía desde 1986, tres meses más tarde de que ambos países restablecieran sus relaciones diplomáticas, rotas desde hacía 24 años; por su parte, el 22 de septiembre, la Unión Europea (UE) puso fin al embargo de armas impuesto 18 años antes.

En 2006 EE. UU. Sacó a Libia de la lista de países que apoyan el terrorismo.
El 5 de septiembre de 2008 la secretaria de Estado de EE. UU., Condoleeza Rice, llegó a Trípoli en una visita histórica, la primera visita de un alto funcionario norteamericano a Libia desde hacía 56 años, 40 de ellos con Gaddafi en el poder.
El 23 de diciembre de 2008, el rey español Juan Carlos I, empezó en Trípoli su primer viaje a Libia. El viaje del rey respondió a una invitación del líder libio Muammar al-Gaddafi, cuya visita a España en diciembre de 2007 marcó un antes y un después en las relaciones políticas y económicas entre los dos países.
La relación del coronel Gaddafi con los países occidentales ha experimentado un cambio radical en los últimos años, motivado por la nueva actitud del líder libio frente al terrorismo y por su compromiso de abandonar la producción de armas de destrucción masiva y aceptar la visita de inspectores internacionales. Otro gesto de buena voluntad por parte de Gaddafi fue aceptar la extradición de las seis enfermeras búlgaras que fueron condenadas a muerte en Libia por su supuesta participación en la infección de sida a 400 niños en un hospital.
Todo ello ha tenido como consecuencia la integración progresiva de Libia en la comunidad internacional, así como la rehabilitación de Gaddafi.

Ola de cambio en el mundo árabe



La protesta estalla en Libia


2.000 personas se manifiestaron en Bengasi contra el régimen y por la liberación de los presos políticos.


Los vientos de la revuelta árabe, que empezó en el vecino Túnez y se propagó al también vecino Egipto, han llegado a Libia (país hermético y próspero del norte de África). Lo que provocó la revuelta fue la detención, por la policía de Fethi Tarbel, un abogado defensor de presos de conciencia libios al que se le reprocho "haber propagado el rumor de que la cárcel (de Abu Salim, donde se concentran los prisioneros políticos) ardía", según el rotativo Quryna de Bengasi, la segunda mayor ciudad libia.
Cientos de familiares de esos reos encarcelados en el siniestro penal, cerca de Trípoli, salieron a la calle en Bengasi. Reclamaban su liberación ante la sede de una comisaría de esa ciudad, la segunda del país (con más de un millón de habitantes, la sexta parte de la población libia). Al final, cerca de 2.000 personas corearon eslóganes que fueron más allá de exigir la liberación del letrado.
"¡Bengasi, despierta, es el día que esperabas!" o "¡El pueblo derrotará a la corrupción!", gritaban.  Bajo el nombre "Revuelta del 17 de febrero: Día de la Ira en Libia", un grupo de jóvenes convocó a la protesta en Facebook. En Libia, las manifestaciones son rarísimas.
Al descontento de los libios que tienen familiares detrás de los barrotes de Abu Salim se añade el de quienes perdieron allí a sus seres queridos. En 1996, 1.270 presos murieron allí en circunstancias confusas y las ONG internacionales de derechos humanos siguen pidiendo que se investigue lo que de verdad sucedió.
Tras la protesta espontánea se produjo la contraofensiva. En Trípoli, Bengasi, Sirta y Sebha, cientos de libios salieron por las calles más céntricas con retratos del líder Muamar el Gaddafi, al que declaraban su lealtad. "¡Sacrificamos nuestra sangre y nuestras almas por ti, nuestro líder!", gritaban los jóvenes. Y, de paso, arremetían contra la televisión vía satélite Al Yazira, a la que tachaban de "despreciable". Al Jamahiria, la televisión pública libia, difundió las imágenes de los fieles de Gaddafi, pero ignoró por completo la protesta de Bengasi.
La protesta cobraron varias víctimas colaterales. La primera fue el escritor libio Idris el Mesmari, que respondió por teléfono desde su casa a las preguntas de Al Yazira. Fue detenido y su mujer golpeada durante su apresamiento, según señalan sus amigos en Facebook.
El bloguero libio Asheim Muhamed también habría sido detenido, junto con varias decenas de presuntos opositores al régimen en Bengasi. El objetivo sería desactivar de antemano la protesta privándola de sus supuestos líderes.
Bengasi  ciudad  rebelde de Libia. A principios de enero se produjeron también revueltas espontáneas protagonizadas por ciudadanos que reivindicaban viviendas sociales.
Con el mismo propósito de restar fuerza a la protesta fueron también liberados 110 reos yihadistas en Abu Salim.
Libia había puesto en marcha un programa de reeducación y reinserción de los antiguos miembros del Grupo Islámico Combatiente Libio, vinculado a Al Qaeda, el total de prisioneros excarcelados asciende a 360. Saif el Islam, el hijo predilecto de Gaddafi, se encarga de la puesta en práctica de este programa con la ayuda del imán Ali Sallabi.
Mohamed Torniche, presidente de la Liga Libia de Derechos Humanos, ha negado a la agencia France Presse que la excarcelación "tuviera alguna relación con cualquier otro asunto". "El plazo (de su puesta en libertad) estaba previsto desde hacía meses", añadió.


Entre los liberados eran tres exdirigentes de peso del grupo terrorista, incluido su jefe en Libia, Abdelhakim Belhaj; el responsable militar, Khaled Cherif, y el ideólogo, Sami Saadi.
Esta rama de Al Qaeda obedecía, en última instancia, a Abu Lait al Libi, al que la CIA norteamericana mató, en febrero de 2008, en una zona tribal de Pakistán con un misil disparado por un avión no tripulado.

Gaddafi ha mostrado en varias ocasiones públicamente su desaprobación de la revolución en Túnez y su miedo al contagio. El 15 de enero, al día siguiente del derrocamiento del presidente tunecino Ben Ali, salió a defenderle y a principios de la semana pasada hizo otro tanto con el egipcio Hosni Mubarak. "Es un hombre pobre que ni siquiera tiene dinero para comprarse sus trajes", declaró.


Paralelamente, el líder libio se  tomó la molestia de recibir a algunos supuestos activistas partidarios de la movilización, según el diario árabe As Sharq el Awsat. Les advirtió personalmente de la responsabilidad en la que incurrían si fomentaban el caos.

Año 2011. En Túnez fue la Revolución de Wikileaks y la de Egipto fue la Revolución Facebook. Gracias a Wikileaks, los tunecinos conocieron el cable donde el embajador estadounidense revelaba la extraordinaria corrupción del dictador y su familia. En Egipto, fueron los jóvenes hartos de Hosni Mubarak y su régimen quienes se encontraron y organizaron a través de Internet. Facebook y Twitter hicieron posible que, por fin, el pueblo se lanzara a las calles. 


No hay duda de que las redes sociales, en especial Facebook y los mensajes a través de Twitter, o las filtraciones de Wikileaks, tienen que ver con los alzamientos populares en el mundo árabe. Pero ¿cómo? explicar lo que sucedió en Túnez, Egipto o Libia. ¿Por qué si es baja la tasa de usuarios a Internet, Libia con 350.000 usuarios de una población de más de seis millones de habitantes o en Yemen, con menos gente con posibilidad del uso a un computador, han sido de los países más sacudidos por las revueltas populares?
La respuesta es que una vez que surge un grupo de líderes coordinados por Internet y que logra movilizar a un número mayor de seguidores, muchos otros comparten sus exigencias y deseos de cambio, se les unen, habiéndose enterado a través de canales distintos a Internet.
Es esta frustración generalizada, producto de décadas de malas políticas económicas, combinadas con vasta corrupción, creciente desigualdad y una amplia desesperanza, lo que crea la motivación para tomar las plazas. Y ver por televisión que en otros países esto da resultados y que el pueblo en la calle logra derrocar a un dictador que hasta hace poco era intocable.
 Pero lo segunda respuesta es y quizás la más relevante, los fusiles, el papel de las Fuerzas Armadas en lo que sucedió en Túnez o Egipto ha sido tanto o más determinante que Facebook. En estos países, los militares les quitaron el apoyo a los dictadores, fue el Ejército el que hizo posible que la plaza se transformara en el lugar donde las familias podían ir sin miedo a manifestar su repudio al régimen.
Todo este conjunto de circunstancias son  los que definen cuándo y cómo muere una dictadura.
Afortunadamente, los militares egipcios no tuvieron la propensión genocida de algunos de sus colegas libios. En Libia, las Fuerzas Armadas se fragmentaron y algunas unidades y los mercenarios de Gaddafi estuvieron dispuestos a liquidar a sus opositores y otros uniformados lucharon al lado del pueblo. Si los militares no se hubiesen dividido y todos hubiesen acatado las órdenes de Gaddafi de "matar como ratas" a quienes protestan en las calles, el futuro del régimen libio se hubiese decidido ya.


ACNUR alerta de la emergencia humanitaria tras la huida de 100.000 personas por las fronteras de Túnez y Egipto.- La oposición libia se prepara para formar un Gobierno de unidad.

"Ésta es nuestra revolución", coreaban a mediodía miles de personas en el centro de Zauiya, donde edificios y coches quemados, así como agujeros de bala en las paredes daban testimonio de la violencia de los últimos días.

Dentro de Libia, la oposición y las autoridades civiles y militares que han desertado del régimen de Gaddafi tratan de organizar un Gobierno provisional que tenga reconocimiento internacional y evite un peligroso vacío de poder. Uno de los líderes de este proceso fue el ex - ministro de Justicia Mustafa Abdulyalil, que según la agencia AP, recibio el encargo de dirigir este Ejecutivo por una asamblea de ciudades del este, liberadas del yugo de Gaddafi. Abdulyalil, que renunció a su cargo de ministro, en protesta por la represión violenta de las manifestaciones, había anunciado que la oposición formaría un Gobierno de unidad nacional integrado por civiles y militares, y que en tres meses se celebrarian elecciones democráticas. 


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