La Historia, como disciplina, se vale de una serie de ciencias auxiliares como son la Paleografía (que descifra las escrituras antiguas), la Diplomática (que estudia las cartas, diplomas, títulos y otros escritos jurídicos), la Epigrafía (que estudia las inscripciones sobre piedra, metal o madera), la Sigilografía (que trata lo relativo a los sellos con que se firmaban los documentos), la Vexilología (que analiza las banderas y estandartes), la Genealogía (que investiga el origen y filiación de las familias), la Heráldica (que interpreta los escudos de armas) y el derecho Nobiliario (que regula el ejercicio de la Nobleza).
Completando a las anteriores, y con igual importancia en lo que respecta al estudio de los apellidos, se encuentra la llamada ciencia nobiliaria, o Nobiliaria sin más. Podríamos definirla como la ciencia que estudia la Nobleza y establece los mecanismos para su adquisición, transmisión, suspensión y pérdida.Pero para completar esta definición deberíamos definir la Nobleza, diferenciar sus distintos tipos, estudiar cómo se adquiere, transmite y pierde, y analizar los juicios o pruebas que nos dan certeza de su presencia en unos determinados individuos.
NOBLEZA: DEFINICIÓN, ORIGEN Y CLASES
Nobleza entendemos por un lado la calidad o condición de noble; y por otro lado el conjunto de nobles considerados como una clase social privilegiada que, bien por derecho hereditario o bien por concesión de un soberano, gozan de particulares prerrogativas.La palabra Noble procede del latín «nobilis», término intermedio entre «notabile» (notable) y «noscibile» (conocido) y que describía a una persona magnánima y de sentimientos elevados. Esta primera acepción es la originaria, y se corresponde con la llamada Nobleza Moral. De esta acepción deriva una segunda, posterior, que podríamos denominar Nobleza Civil o Política, y que se corresponde con un estatus social privilegiado.En un primer momento ese estatus se alcanzaba de manera individual (Nobleza Personal), como reconocimiento de un grupo a la experiencia, la sabiduría, y la bondad de las costumbres de uno de sus miembros, entre las que se incluyen tanto los hechos de guerra como los de paz. Se trataba de los jefes o caudillos de los clanes familiares, los cabezas de familia, también llamados parientes mayores o cabos de armería. Con el tiempo estas jefaturas devienen hereditarias, surgiendo así la Nobleza de Sangre o Transmisible.
ADQUISICIÓN Y TRANSMISIÓN DE LA NOBLEZA
Son, por tanto, dos los procedimientos principales por medio de los cuales se alcanza la Nobleza: los méritos personales (Nobleza de Privilegio) y la herencia (Nobleza de Sangre).Entre los méritos personales podemos señalar el sacerdocio (los sacerdotes estaban exentos de pechas), el desempeño de cargos u oficios honrosos (mayordomos, camareros y reposteros del rey, consejeros, oidores, alcaldes,...), el ejercicio de las armas (sólo los mandos, de capitán para arriba), las letras y el saber (doctores, maestros y juristas), la obtención de títulos (duque, marqués, conde, vizconde, barón y señor), el matrimonio (mujer casada con noble), y otros...En lo que respecta a la Nobleza de Sangre ésta es únicamente transmisible en el caso de hijos legítimos, hijos legitimados e hijos naturales (cuando son procreados antes del matrimonio). Quedarían al margen de la Nobleza los hijos adoptivos (aun cuando puedan llevar el apellido paterno) y naturalmente los hijos ilegítimos (adulterinos, incestuosos, sacrílegos y mánceres) salvo reconocimiento expreso de su filiación.Para saber si la Nobleza es transmisible hay que conocer los términos en que se concedió. Es decir, si fue a título personal, o también para sus descendientes. Hay que tener también en cuenta que un noble titulado transmite su nobleza y título a su directo sucesor, pero además transmite nobleza no titulada al resto de sus descendientes.
SUSPENSIÓN Y PÉRDIDA DE LA NOBLEZA
Es de común aceptación que el ejercicio de oficios viles, bajos y mecánicos suspende, o en su caso impide, el acceso a la Nobleza. Pero esto no es así. La mayor parte de los vascos disfrutaba de la Nobleza o Hidalguía Universal y sin embargo trabajaban en el campo, la mar, o en oficios como herrero o carpintero. Y de hecho no se puede renunciar a la nobleza, ya que ésta es innata. Como mucho podría renunciarse a los derechos o privilegios que conlleva.Pero existen, eso si, tres formas de perder la Nobleza: la extinción del linaje (en el caso de la Nobleza de Sangre), la revocación del soberano (en la Nobleza de Privilegio) y los delitos graves de infamia, lesa majestad, traición y herejía.
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